V. I. Lenin
RESUMEN DEL LIBRO DE MARX Y ENGELS
"LA SAGRADA FAMILIA" [1]
Escrito: No antes del 25 de abril (7 de
mayo), y no después del 7 (19) de setiembre de 1895.
Primera publicación: En 1930 en Léninski Sbórnik, XII. Se publica de acuerdo con el
manuscrito.
Fuente del texto: V. I. Lenin, Obras completas, Tomo 42,
Editorial Akal. Editorial Akal, página 15 y Ss
Preparado para el MIA:
Rodrigo Cisterna, marzo 2014.
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Primera pagina del manuscrito de V. I. Lenin Resumen del libro de Marx y Engels “La Sagrada Familia”, 1895.
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LA SAGRADA FAMILIA
O
CRITICA DE LA CRITICA CRITICA[2]
CONTRA BRUNO BAUER Y COMPAÑIA
POR FEDERICO ENGELS Y CARLOS MARX
FRANCFORT DEL MENO
EDITORIAL LITERARIA
(J. RÜTTEN)
1845
Este librito, impreso en octavo, comprende el
prólogo
(págs. III-IV) [3] (fechado en
París, setiembre de 1844),
el índice (págs. V-VIII) y el texto propiamente dicho
(págs. 1-335), dividido
en nueve capítulos (Kapitel). Los capítulos I, II y III
fueron
escritos por Engels; los capítulos V, VIII y IX por Marx;
los capítulos IV, VI y VII por ambos, pero en este caso cada uno
firmó
e intituló el § o apartado correspondiente
que escribió. Todos estos títulos son satíricos e
incluyen
"La metamorfosis crítica de un carnicero en perro"
(título del § 1 del capítulo VIII). Engels es
autor
de las páginas 1-17 (capítulos I, II, III y §
1 y 2 del capítulo IV),
138-142 (§ 2a del capítulo VI) y 240-245
(§ 2b del capítulo V II):
es decir, 26 páginas de las 335..
|
Los primeros capítulos son una crítica total del
estilo (todo
[!] el capítulo I, págs. 1-5) de la Gaceta
literaria [ [Allgemeine
Literatur-Zeitung de Bruno Bauer; en el prólogo Marx y
Engels
dicen que dirigen su crítica contra sus primeros 8
números] ] ;
crítica de su deformación de la historia (capítulo
II, págs. 5-12,
en especial de la historia inglesa); crítica de sus temas (cap.
III,
págs. 13-14, que ridiculizan la Gründlichkeit [4]s de la exposición de
cierta controversia entre el señor Nauwerk y la Facultad de Filo
-
sofía de Berlín[5];
crítica de sus juicios sobre el amor (capítulo IV,
3, de Marx); crítica de la exposición sobre Proudhon en
la Gaceta
literaria (IV, 4) - Proudhon, págs. 22 u. ff. bis[6]. 74[7]- Al
princi -
pio hay una cantidad de correcciones de la traducción: han con
-
fundido formule et signification[8];
han traducido justice como
Gerechtigkeit en lugar de Rechtpraxis[9], etc.). Después de esta
crítica de la traducción (Marx la denomina
Charakterisierende
Übersetzung No. I, II, u. s. w. [10],; viene la Kritische Randglosse
No. I, u. s. w. [11]en la que Marx
defiende a Proudhon contra
los críticos de la Gaceta literaria, contraponiendo a la
especulación
sus ideas claramente socialistas.
El tono de Marx respecto de Proudhon es muy elogioso (aunque con
reservas menores, por ejemplo referencia al Umrisse zu einer Kritik
der
Nationaldkonomie de Engels, publicado en los Deutsch-Franzosische
Jahrbücher[12]).
Marx avanza aquí de la filosofía hegeliana hacia el
socialismo:
este tránsito es claramente perceptible; resulta evidente lo
que
Marx ya domina y cómo pasa a un nuevo círculo de
ideas.
(36) "Al aceptar las relaciones de propiedad privada como
relaciones humanas y racionales, la economía política
entra en
continua contradicción con su premisa básica: la
propiedad pri
vada, contradicción análoga a la del teólogo, que
da constante
mente a las concepciones religiosas una interpretación
humana,
con lo cual entra en constante conflicto con su premisa básica:
el
carácter sobrehumano de la religión. Así, en la
economía política
el salario aparece al comienzo como la parte proporcional del
producto debido al trabajo. El salario y la ganancia del capital
se encuentran en la relación más amistosa y aparentemente
más humana, y se
estimulan recíprocamente. Después resulta que se
encuentran
en la relación más hostil, en una proporción
inversa
entre sí. Al principio el valor está determinado en forma
aparen
temente racional por el costo de producción de un objeto y
por
la utilidad social de éste. Luego resulta que el valor es
determi
nado en forma totalmente fortuita, que no guarda relación
alguna
con el costo de producción ni con la utilidad social. Al
principio
la magnitud del salario está determinada por el libre
acuerdo en
tre el obrero libre y el capitalista libre. Luego resulta que el
obre
ro se ve obligado a aceptar la determinación del salario por
el
capitalista, del mismo modo que el capitalista se ve obligado a
fijarlo tan bajo como sea posible. La libertad de las Parthei
[13] [así
está escrita la palabra en el libro] contratantes es suplantada
por
la coacción. Lo mismo rige para el comercio y para todas
las otras
relaciones económicas. En ocasiones los propios economistas
ad
vierten estas contradicciones, y el descubrimiento de estas
contra
dicciones constituye el contenido principal de las luchas entre
ellos.
Pero cuando los economistas, de una manera u otra, adquieren
conciencia de esas contradicciones, ellos mismos atacan la
propie
dad privada en cualquiera de sus formas particulares como
falsifi
cadora de lo que es en sí (es decir, en ia imaginación de
ellos)
el salario racional, de lo que es en sí el valor racional, de lo
que
es en sí el comercio racional. Por ejemplo, Adam Smith
polemiza
en ocasiones contra los capitalistas, Destutt de Tracy contra los
banqueros, Simonde de Sismondi contra el sistema fabril, Ricardo
contra la propiedad de la tierra y casi todos los economistas
mo
dernos contra los capitalistas no industriales, en los cuales la
pro
piedad privada aparece como un mero consumidor.
"Por lo tanto, como excepción, los economistas destacan a
veces la apariencia de lo humano en las relaciones
económicas
-particularmente cuando atacan un abuso especial-, pero con
más frecuencia toman estas relaciones precisamente en su
mani
fiesta diferencia de lo humano, en su sentido estrictamente
eco
nómico. Sin tener conocimiento de esta contradicción y
vacilando
de un lado a otro, no van más allá de sus
límites.
"Proudhon puso fin, de una vez por todas, a esa falta de
cono
cimiento. Tomó seriamente la apariencia humana de las
relaciones
económicas y la opuso con crudeza a su realidad inhumana.
Las obligó
a ser en la realidad lo que ellas mismas imaginaban ser, o
mejor dicho a renunciar a la idea que se hacían de sí
mismas y
admitir su inhumanidad real. Por eso, de modo absolutamente
coherente representó como falsificadora de las relaciones
econó
micas, no tal o cual tipo particular de propiedad privada, como
habían hecho otros economistas, sino la propiedad privada
como
tal, en su totalidad. Hizo todo lo que puede hacer la crítica de
la
economía política desde el punto de vista de la
economía po
lítica" (39).
El reproche de Herr Edgar (el Edgar de la Gaceta
literaria),
según el cual Proudhon hace de la "justicia" un "dios", es
dese
chado por Marx, quien dice que la obra de Proudhon de 1840
no adopta el "standpunkt[14] del
desarrollo alemán de 1844" (39);
que ese es un defecto común de los franceses; que es preciso
re
cordar asimismo la referencia de Proudhon a la realización de
la
justicia por su negación, referencia que permite prescindir
también
de ese absoluto en la historia (um auch dieses Absoluten in der
Geschichte überhoben zu sein) - al final de la pág. 39.
"Si
Proudhon no llega a esta conclusión lógica, ello se debe
a su
desdicha de haber nacido francés y no alemán"
(39-40).
Luego sigue la glosa crítica N° II (40-46), que destaca
con
clarísimo relieve la concepción de Marx -ya casi
plenamente de
sarrollada- en cuanto al papel revolucionario del proletariado.
.. ."Hasta ahora la economía política partía de
la riqueza que
el movimiento de la propiedad privada supuestamente creaba para
las naciones, para llegar a la apología de la propiedad
privada.
Proudhon parte del lado opuesto, que la economía
política oculta
sofísticamente, de la pobreza engendrada por el movimiento de
la
propiedad privada, para llegar a sus conclusiones que niegan la
propiedad privada. La primera crítica de la propiedad
privada,
por supuesto, parte del hecho en el cual la esencia contradictoria
de esa propiedad aparece en la forma más tangible y más
flagran
te, la que despierta más directamente la indignación del
hombre:
del hecho de la pobreza, de la miseria" (41).
"El proletariado y la riqueza son contrarios. Como tales,
cons
tituyen un todo único. Ambos son engendrados por el mundo de
la propiedad privada. El problema es qué lugar determinado
ocu-
pan el uno y la otra en la antítesis. No basta decir que son
dos
aspectos de un todo único. "La propiedad privada como propiedad
privada, como riqueza,
está obligada a mantener su propia existencia, y con ello
la de su
contrario, el proletariado. Ese es el aspecto positivo de la
contra
dicción, la propiedad privada que se satisface a sí
misma.
"A la inversa, el proletariado como proletariado, se ve
obliga
do a suprimirse a sí mismo, y con ello a su contrario, la
condición
de su existencia, lo que lo hace ser el proletariado, es decir, la
propiedad privada. Ese es el aspecto negativo de la
contradicción,
su inquietud en sí, la propiedad privada disuelta y que se
disuelve.
"La clase poseedora y la clase del proletariado representan la
misma autoalienación humana. Pero la primera clase se siente
complacida y confirmada en esa autoalienación, reconoce la
alie
nación como su propio poder y tiene en éste la
apariencia de una
existencia humana. La clase del proletariado se siente aniquilada
en su autoalienación, ve en ella su propia impotencia y la
realidad
de una existencia inhumana. Para emplear una expresión de
Hegel
la clase del proletariado es, en la degradación, la
indignación ante
esa degradación, una indignación a la que se ve
necesariamente
empujada por la contradicción entre su naturaleza humana
y sus
condiciones de vida, que son la negación franca, decidida y
total
de esa naturaleza.
"Dentro de esta antítesis el propietario privado es
entonces
el aspecto conservador y el proletario el aspecto
destructor. Del
primero surge la acción que mantiene la antítesis, del
segundo,
la que la aniquila.
"De cualquier modo, en su movimiento económico la pro-
priedad privada marcha hacia su propia disolución: pero
sólo
por medio de un desarrollo que no depende de ella, del cual es
inconciente y que tiene lugar contra su voluntad, en virtud de la
naturaleza misma de las cosas: sólo en la medida en que
genera
el proletariado como proletariado, la miseria conciente de su
mi
seria espiritual y física, la deshumanización conciente
de su des
humanización y que, por lo tanto, se suprime a sí misma.
El
proletariado ejecuta la sentencia que la propiedad privada pro
nuncia contra sí misma al engendrar al proletariado, del
mismo
modo que ejecuta la sentencia que contra sí mismo pronuncia
el trabajo asalariado al engendrar la riqueza para los demás
y
la miseria para sí. Cuando el proletariado resulta victorioso,
ello
no significa en modo alguno que se convierta en el aspecto ab
soluto de la sociedad, porque sólo resulta victorioso cuando
se
suprime a sí mismo y a su contrario. Entonces desaparece el
proletariado así como su contrario, que lo determina: la
propie
dad privada.
"Cuando los escritores socialistas atribuyen al proletariado
ese papel histórico, no es, como nos asegura la crítica
crítica,
porque consideren dioses a los proletarios. Más bien al
contra
rio. Como en el proletariado totalmente formado está
práctica
mente completa la abstracción de toda humanidad, incluso la
apariencia de humanidad; como las condiciones de vida del
pro
letariado resumen todas las condiciones de vida de la sociedad
actual en su forma más aguda e inhumana; como en el
proleta
riado el hombre se ha perdido a sí mismo, pero a la vez, no
sólo
ha adquirido la conciencia teórica de esa pérdida, sino
que se
ye obligado directamente por la necesidad ya imposible de
eli
minar, ya imposible de disimular, absolutamente imperiosa -la
expresión práctica de necesidad-, a rebelarse
contra esa inhu
manidad, precisamente por eso el proletariado puede y debe li
berarse. Pero no puede liberarse sin suprimir sus propias
condi
ciones de vida. No puede suprimir sus propias condiciones de
vida sin suprimir todas las inhumanas condiciones de vida de la
sociedad actual que se resumen en su propia situación. No en
vano pasa por la dura pero endurecedora escuela del trabajo.
No
se trata de lo que tal o cual proletario, o incluso el proletariado
todo, puedan considerar en el momento como su objetivo. Se
trata de lo que el proletariado es y de lo que, de
acuerdo con
este ser, se verá obligado históricamente a hacer.
Su objetivo y
su acción histórica están prefijados, en forma
clara e irrevocable,
en su propia situación de vida así como en toda la
organización
de la sociedad burguesa actual. No es necesario exponer aquí
que una gran parte del proletariado inglés y francés es
ya con
ciente de su tarea histórica y trabaja constantemente para
llevar
esa conciencia a una total claridad" (42-45).
|
GLOSA CRÍTICA No 3
"El señor Edgar no puede ignorar que el señor Bruno
Bauer
basó todos sus argumentos en la 'autoconciencia infinita'
y que
también vio en este principio el principio creador de los
Evan
gelios, que, por su inconciencia infinita, parecen estar en
contra
dicción directa con la autoconciencia infinita. Del mismo
modo,
Proudhon considera la igualdad como el principio creador de la
propiedad privada, que está en contradicción directa con
la igualdad.
|
|
|
|
Si el señor Edgar compara por un instante la igualdad
francesa con la autoconciencia alemana, verá que el segundo
principio expresa en alemán, es decir, en el pensamiento
abstrac
to, lo que el primero dice en francés, es decir, en el lenguaje
de
la política y de la observación meditada. La
autoconciencia es
|
la igualdad del hombre consigo mismo en el pensamiento puro.
La igualdad es la conciencia que el hombre tiene de sí mismo
en el elemento de la práctica, es decir, por consiguiente, la
con
ciencia que el hombre tiene de otros hombres como sus iguales,
y la actitud del hombre hacia otros hombres como sus iguales.
La igualdad es la expresión francesa de la unidad de la
esencia
humana, de la conciencia que tiene el hombre de su género y
de su actitud hacia su género, de la identidad práctica
del hom
bre con el hombre, es decir, de la relación social o humana
del
hombre con el hombre. Por lo tanto, así como en Alemania la
crítica destructiva, antes de pasar en Feuerbach a la
considera
ción del hombre real, trataba de solucionar todo lo
determinado
y existente por el principio de la autoconciencia, así en
Francia
la crítica destructiva trataba de hacer lo mismo por medio
del
principio de igualdad" (48-49).
|
|
"La opinión de que la filosofía es la expresión
abstracta de
las condiciones existentes no pertenece originariamente al
señor
Edgar. Pertenece a Feuerbach, que fue el primero en
caracte
rizar la filosofía como empirismo especulativo y místico,
y probó
esto" (49-50).
|
|
|
" 'Siempre volvemos a lo mismo [.. . ] Proudhon escribe en
interés de los proletarios.'[15] No escribe en interés de la crítica
|
infatuada o por algún interés abstracto, forjado por
sí mismo,
sino por un interés histórico real, de masa, un
interés que va
más allá de la crítica, que llegará
hasta la crisis. Proudhon no
|
|
|
escribe sólo en interés de los proletarios; él
mismo es un prole
tario, un ouvrier[16]. Su obra es
un manifiesto científico del pro
letariado francés, y por ello posee una significación
histórica muy
distinta a la de la chapucería literaria de un crítico
crítico"
(52-53).
"El deseo de Proudhon de suprimir el no tener y el antiguo
modo de tener, es exactamente idéntico a su deseo de suprimir
la
relación prácticamente alienada del hombre con su
esencia ob
jetiva, de suprimir la expresión
político-económica de la auto-
alienación humana. Pero como su crítica de la
economía política
está todavía sujeta por las premisas de la
economía política, la
reapropiación del mundo objetivo es concebida aún en la
forma
político-económica de posesión.
"En verdad Proudhon no opone -como la crítica
crítica
pretende que lo ha hecho- el tener al no tener, sino la
posesión
al antiguo modo de tener, a la propiedad privada. Declara
que
la posesión es una 'función social'. Pero en una
función, el 'interés'
no se dirige a la 'exclusión' de otro, sino a poner en marcha
y
realizar mis propias fuerzas, las fuerzas de mi ser.
|
"Proudhon no logró dar a este pensamiento un desarrollo
adecuado. El concepto de 'posesión igual' es
político-económico,
y por lo tanto es todavía una expresión alienada del
principio de
que el objeto, como ser para el hombre, como ser
objetivo del
hombre, es al mismo tiempo la existencia del hombre para
otros
hombres, su relación humana con otros hombres, la conducta
so
cial del hombre en relación con el hombre. Proudhon suprime
la
alienación político-económica dentro de la
alienación politico
económica" (54-55).
|
|
|
[[ Este pasaje es sumamente característico, porque
muestra
cómo enfocó Marx la idea fundamental de todo su
"sistema",
sit venia verbo[17], a saber: el
concepto de las relaciones sociales
de producción. ]]
Como detalle, puede señalarse que en la pág. 64 Marx
dedica
cinco líneas al hecho de que la "crítica crítica"
traduce maréchal
por "Marschall" en lugar de "Hufschmied"[18].
Muy interesantes son las págs. 65-67 (Marx se acerca a la
teoría del valor según el trabajo); págs. 70-71
(Marx responde
a la acusación de Edgar, de que Proudhon se embrolla al
decir
que el obrero no puede volver a comprar su producto);
págs.
71-72 y 72-73 (el socialismo especulativo, idealista,
"etéreo"
[áterisch] y socialismo y comunismo "de masa").
|
p. 76.
|
(Primer párrafo del § 1: Feuerbach
desentrañó miste rios reales; Szeliga[19] - viceversa.)
|
p. 77.
|
(Último párrafo: anacronismo de la
relación ingenua entre pobres y ricos: "si le riche le
savait!" [20]
|
pp. 79-85.
|
(Todas estas 7 páginas en extremo interesantes. Esto
es el § 2. " El misterio de la construcción
especulativa", crí tica de la filosofía
especulativa, con el conocido ejemplo de la fruta -der Frucht-
crítica orientada directamente con tra
Hegel . Aquí también está la
observación en extremo interesante de que Hegel da "muy a
menudo", dentro de la exposición especulativa, una
exposición real, que engloba la cosa misma, die Sache
selbst.)
|
pp. 92, 93ó
|
observaciones fragmentarias contra la Degradier- ung der
Sinnlichkeit[21].
|
|
p. 101.
|
"Él [Szeliga] no puede... ver que la industria y
el
|
|
comercio fundan reinos universales muy distintos del
cris tianismo y la moral, la felicidad familiar y el bienestar
burgués."
|
|
|
p. 102.
|
(Final del primer párrafo: mordaces observaciones so
bre la significación de los notarios en la sociedad
moderna ...
"El notario es el confesor lego. Es un puritano de
profesión,
y Shakespeare dice que 'la honradez no es una puritana' [22].
Al mismo tiempo es un alcahuete, para todo fin posible, el
que dirige las intrigas y los enredos burgueses".)
|
p. 110.
|
Otro ejemplo de burla acerca de la especulación abs
tracta: la "construcción" de cómo el hombre se convierte
en
amo de las bestias; "la bestia" (das Tier), como
abstracción,
se trasforma de león en perro faldero, etc.
|
p. 111.
|
Pasaje característico respecto de Eugéne Sue[23] 8: debido a
su hipocresía ante la burguesía, idealiza moralmente a la
gri-
sette, eludiendo su actitud ante el matrimonio, su "ingenua"
|
|
vinculación con el étudiant o el ouvrier.
"Precisamente por
esa relación, ella [la grisette] constituye un contraste
verda
deramente humano con la esposa del burgués, mojigata, de
corazón mezquino, egoísta, y con todo el círculo
de la bur
guesía, es decir, el círculo oficial."
|
|
|
p. 117.
|
"La masa" del siglo xvi y la del xix eran diferentes "von
vorn herein".[24]
|
|
pp. 118-121.
|
Este pasaje (en el capítulo VI: "La crítica
crítica
absoluta, o la crítica crítica en la persona del
señor Bruno".
1) Primera campaña de la crítica absoluta, a) "El
espíritu" y
"La masa") es en extremo importante: crítica de la
opinión
según la cual la historia se malogró debido al
interés de la
masa por ella y a su confianza en la masa, que se conformó
con una comprensión "superficial" de la "idea".
"Por lo tanto, si la crítica absoluta condena algo como
superficial', es simplemente a toda la historia anterior, cuyas
acciones e ideas fueron las de las 'masas'. Rechaza la historia
de la masa para remplazaría por la historia
crítica (véanse los
artículos del señor Jules Faucher sobre las cuestiones
del día
en Inglaterra [25])".
(119)
|
"La "idea" siempre se puso en ridículo en la
medida
en que fue distinta del 'interés' . Es fácil
entender, por
otra parte, que todo 'interés'de masa que se impone
histó
|
|
|
|
NB
|
ricamente, cuando aparece por primera vez en escena va
mucho más allá de sus límites reales en la
'idea' o la 're
presentación y se confunde con el interés
humano en ge
neral. Esta ilusión constituye lo que Fourier
denomina el
tono de cada época histórica" (119); la
ilustración de ello
está en el ejemplo de la Revolución Francesa (119-120)
y
de las conocidas palabras (120 in fine):
|
"Con la amplitud de la acción histórica
aumentarán,
pues, las dimensiones de la masa que ejecuta esa
acción."
|
|
|
|
NB
|
Hasta qué punto es tajante la división que establece
Bauer
entre Geist[26] y Masse[27] lo muestra esta frase,
atacadá por Marx: "En la masa, y no en otra parte, hay que
buscar el verda
dero enemigo del espíritu" (121) [28]:
Marx replica a esto diciendo que los enemigos del progreso
son productos dotados de existencia independiente
(verselbstán-
digten) de la autohumillación de la masa, pero no productos
idea
les, sino materiales, que existen en forma extrínseca. El
periódico
de Loustalot [29] [30] tenía ya en 1789 la divisa:
Les grands ne nous paraissent grands
Que parceque nous sommes ý genoux.
Levons-nous![31]
Pero para ponerse de pie (122), dice Marx, no basta hacerlo
en el pensamiento, en la idea.
"La crítica absoluta por lo menos ha aprendido de la
Fenome
nología de Hegel[32]
el arte de convertir las cadenas reales, objeti
vas, que existen fuera de mí, en cadenas meramente
ideales, mera
mente subjetivas, que existen meramente en mí, y,
por consiguente,
de convertir todas las luchas exteriores, palpables, en luchas
de
ideas puras" (122).
De esta manera es posible demostrar, dice Marx
irónicamente,
la armonía preestablecida entre la crítica crítica
y la censura, pre
sentar al censor, no como un verdugo policial (Polizeischerge),
sino como mi propio sentido personificado del tacto y la mode
ración.
Preocupada por su "Geist", la crítica absoluta no investiga
si
la frase, el autoengaño y la falta de meollo (Kernlosigkeit),
no
están en las propias pretensiones vanas (windigen) de ese
"Geist".
"Lo mismo ocurre con el 'progreso'. A pesar de las
preten
siones de 'progreso' se observan continuas regresiones y
movimien
tos circulares. Lejos de sospechar que la categoría
'progreso' es
totalmente vacía y abstracta, la crítica absoluta, por el
contrario,
es lo bastante ingeniosa como para reconocer el 'progreso'
como
absoluto, a fin de explicar la regresión suponiendo un
'adversario
personal' del progreso, la masa" (123-124).
"Todos los escritores comunistas y socialistas partieron de la
observación de que, por una parte, incluso los actos brillantes
más
favorables parecen no dar resultados brillantes, terminar en
trivia
lidades, y por otra parte, todos los progresos del
espíritu han sido
hasta ahora progresos contra la masa de la humanidad, que la
em
pujaron a una situación cada vez más
deshumanizada. Por lo tanto,
declaraban (véase Fourier) que 'el progreso' es
una frase abstrac
ta, insuficiente; suponían (véase Owen, entre
otros) una falla fun
damental en el mundo civilizado; por eso sometieron los funda
mentos reales de la sociedad contemporánea a una
crítica incisiva.
Esa crítica comunista tuvo inmediatamente su contraparte en
la
práctica en el movimiento de la gran masa, en
oposición a la cual
había tenido lugar el desarrollo histórico anterior. Es
preciso haber
conocido la estudiosidad, el ansia de saber, la energía moral y
el
incesante impulso de desarrollo de los obreros ingleses y
france
sas, para poder formarse una idea de la nobleza humana de
este
movimiento" (124-125).
"¡Qué enorme superioridad sobre los escritores
comunistas es
no haber indagado los orígenes de la falta de espíritu,
la indo
lencia, la superficialidad y la presuntuosidad, sino haberlas
denun
ciado moralmente, revelándolas como lo contrario del
espíritu, del
progreso 1 " (125).
"Sin embargo, la relación 'espíritu y masa' tiene,
además, un
sentido oculto, que se revelará por completo en el curso
del razo
namiento. Aquí sólo lo mencionamos. Esa relación
descubierta
por el señor Bruno no es, en realidad, más que la
culminación crí
ticamente caricaturesca de la concepción hegeliana de la
historia,
la cual, por su parte, no es más que la expresión
especulativa del
dogma cristiano-germano de la antítesis entre
espíritu y materia,
entre Dios y el mundo. Esta antítesis se expresa en la
historia, en
el propio mundo humano, en forma tal que unos pocos
individuos
elegidos como el espíritu activo se oponen al resto de la
humani
dad como masa sin espíritu, como materia
(126).
Y Marx señala que la concepción de la historia
(Geschicht-
sauffaussung) de Hegel presupone un espíritu abstracto y
abso
luto, cuya encamación es la masa. Paralelamente a la doctrina
de
Hegel se desarrollaba en Francia la teoria de los
doctrinarios[33]
(126), que proclamaban la soberanía de la razón en
oposición a
la soberanía del pueblo, a fin de excluir a la masa y gobernar
so
los (allein).
Hegel es "culpable de una doble inconsecuencia" (127): 1)
aun cuando declara que la filosofía es el ser del
espíritu absoluto,
no declara a éste el espíritu del individuo
filosófico; 2) sólo en
apariencia (nur zum Schein), sólo post festum [34], sólo en la con
ciencia, hace del espíritu absoluto el creador de la
historia.
Bruno suprime esta inconsecuencia: declara que la
crítica es
el espíritu absoluto y el creador de la historia en los
hechos.
"Por un lado está la masa, como el elemento material
de la
historia, pasivo, sin espíritu, a-histórico; por el otro,
el espíritu, la
crítica, el señor Bruno y compañía,
como el elemento activo del
cual surge toda acción histórica. El acto de
trasformación de la
sociedad se reduce a la labor cerebral de la crítica
crítica" (128).
Marx aduce como primer ejemplo de las "campañas de la
crí
tica absoluta contra la masa" la actitud de Bruno Bauer hacia el
Judenfrage, y se refiere a la refutación de Bauer en
Deutsch-
Franzosische Jahrbücherli.[35]
"Una de las principales ocupaciones de la crítica
absoluta
consiste ante todo en dar a todos los problemas del día su
plan
teamiento correcto. Porque, desde luego, no responde a los
pro
blemas reales, sino que los sustituye subrepticiamente por
otros
completamente distintos... Así ha desfigurado
también el "pro
blema judío" en forma tal que no le fue necesario investigar
la
emancipación política, que es el contenido de ese
problema, sino
que pudo conformarse, en cambio, con una crítica de la
religión
judía y una descripción del Estado
cristiano-germano.
"Este método es también, como todas las originalidades
de la
crítica absoluta, la repetición de una treta verbal
especulativa. La
filosofía especulativa, en particular la filosofía
de Hegel, debía
trasladar todos los problemas de la forma del sentido común a
la
forma de la razón especulativa y convertir el problema real en
un
problema especulativo para poder resolverlo. Después de
haber
desfigurado mis problemas y después de poner, como en el
cate
cismo, sus propios problemas en mis labios, la filosofía
especulati
va podía por supuesto, también como en el catecismo,
tener su
respuesta preparada para cada uno de mis problemas" (134-135).
En el § 2a, escrito por Engels ( ..."la 'crítica' y
'Feuerbach'.
Condenación de la filosofía". ..), págs. 138-142,
encontramos elo
gios calurosos a Feuerbach. A propósito de los ataques de la
"crítica" contra la filosofía, de cómo opone a
ella (a la filosofía)
la riqueza real de las relaciones humanas, "el enorme contenido
de la historia", "la significación del hombre", etc., etc.,
hasta la
frase: "el misterio del sistema revelado", Engels dice:
"¿Pero quién, pues, reveló el misterio del
'sistema? Feuerbach.
¿Quién aniquiló la dialéctica de los
conceptos, la guerra de los
dioses, sólo conocida por los filósofos?
Feuerbach. ¿Quién susti
tuyó la vieja mezcolanza y la autoconciencia infinita no, es
cierto,
por 'la significación del hombre' - ¡como si el
hombre tuviese otra
significación que la de ser hombre!-, pero por 'el
hombre'? Feuer-
bach, y solamente Feuerbach. E hizo más. Desde hace
ya mucho
tiempo suprimió las mismas categorías que la
'crítica' esgrime
ahora: la riqueza real de las relaciones humanas, el enorme
con
tenido de la historia, la lucha de la historia, la lucha de la masa
contra el espíritu, etc., etc.
"Una vez que el hombre es concebido como la esencia, como
la base de toda actividad y de todas las situaciones humanas,
sólo
la 'crítica' puede inventar nuevas
categorías y volver a trasformar
al hombre en una categoría y en el principio de toda una
serie de
categorías, como lo hace ahora. Es cierto que al hacerlo
así em
prende el único camino hacia la salvación que le queda a
la ate
morizada y perseguida inhumanidad teológica. La
historia no hace
nada, 'no posee enormes riquezas', 'no libra
batallas'. Es el hom
bre, y no la 'historia', el hombre real y vivo, el que hace todo
eso,
el que posee todo y lucha por todo; la 'historia' no es, por
así
decirlo, una persona aparte que se sirve del hombre como medio
para realizar sus propios fines; la historia no es
más que la activi
dad del hombre que persigue sus fines. Si la crítica
absoluta,
después del brillante razonamiento de Feuerbach,
aún se atreve
a reproducir todos esos trastos viejos en una forma nueva". ..
(139-
140), etc., entonces, dice Engels, ese solo hecho basta para
apre
ciar la ingenuidad crítica, etc.
Y después de esto, a propósito de la oposición
de espíritu y
"materia" (la crítica llama materia a la masa), Engels
dice:
"¿Entonces la crítica absoluta no es
auténticamente cristiano-
germana? Después que la antigua contradicción entre
el espiritua-
|
lismo y el materialismo ha sido combatida a fondo en todo
sentido
y superada de una vez por todas por Feuerbach, la
crítica' la
convierte de nuevo en un dogma fundamental en su forma más
repugnante y da la victoria al 'espíritu cristiano-germano' "
(141).
|
|
|
A propósito de las palabras de Bauer: "Los judíos
están en la
actualidad emancipados en la medida en que han avanzado en
la teoría; son libres en la medida en que quieren ser
libres"
(142) [36], Marx dice:
"Esta tesis nos permite medir inmediatamente el abismo
crí
tico que separa el comunismo y el socialismo profanos de
masa,
del socialismo absoluto. La primera tesis del socialismo
profano
rechaza como una ilusión la emancipación
exclusivamente en el
plano de la teoría y exige para la libertad real,
aparte de la 'vo
luntad idealista, condiciones muy tangibles, muy materiales.
¡Cuán
baja es 'la masa , en comparación con la santa
crítica, la masa que
cree necesarias trasformaciones materiales, prácticas,
solamente
para conquistar el tiempo y los medios requeridos para ocuparse
de 'la teoría'!" (142).
A continuación (págs. 143-167), la más tediosa
e increíble
mente puntillosa crítica de la Gaceta literaria, una
especie de
comentario literal de un tipo "demoledor". Absolutamente nada
de interesante.
Final del § ((b ) El problema judío N9 II. Págs.
142-185).
Las páginas 167-185 ofrecen una interesante respuesta de Marx
a
Bauer por la defensa que éste hace de su libro
Judenfrage, criti
cado en los Deutsch-Franzosische Jahrbücher (a los que Marx
se
refiere constantemente). Marx subraya aquí con fuerza y
claridad
los principios fundamentales de toda su concepción del
mundo.
"Los problemas religiosos de la actualidad tienen en nuestros
días una significación social" (167); esto ya fue
señalado en los
Deutsch-Franzosische Jahrbücher. Éstos
caracterizaban "la situa
ción real de los judíos en la sociedad burguesa de
hoy". "El señor
Bauer explica a los judíos reales por la
religión judía, en lugar de
explicar el misterio de la religión judía por los
judíos reales"
(167-168).
El señor Bauer no sospecha que "el judaismo real,
temporal,
y por consiguiente también el judaismo religioso, es
constante
mente generado por la vida burguesa actual y encuentra su desa
rrollo definitivo en el sistema monetario".
En los Deutsch-Franzosische Jahrbücher se
señaló que el de
sarrollo del judaismo debe ser buscado "en la práctica
comercial
e industrial", que el judaismo práctico "es la práctica
perfecciona
da del propio mundo cristiano" 169).
"Se ha demostrado que la tarea de suprimir la esencia del
judaismo es en verdad la tarea de suprimir el judaismo en la
so
ciedad burguesa, de suprimir la inhumanidad de la práctica
actual
de la vida, cuya cima es el sistema monetario" (169).
Al reclamar la libertad, el judío reclama algo que en
modo
alguno contradice la libertad política (172): es una
cuestión de
libertad política.
"Se le ha demostrado al señor Bauer que dividir al hombre
en
ciudadano no religioso y en individuo particular religioso no es
de
ningún modo contrario a la emancipación política"
(172).
Y a continuación de lo anterior:
"Se le ha demostrado que así como el Estado se emancipa
de
la religión al emanciparse de la religión de
Estado y al dejar la
religión confiada a sí misma dentro de la sociedad civil,
así el
individuo se emancipa políticamente de la religión
al conside
rarla, no ya como un asunto público, sino como un asunto
privado.
Se le ha demostrado, por último, que la actitud
terrorista de la
Revolución Francesa hacia la religión,
lejos de refutar esta con
cepción, la confirma" (172).
Los judíos anhelan los allgemeine Menschenrechte[37]
"En los Deutsch-Franzosische Jahrbücher se ha explicado
al
señor Bauer que esa ^humanidad libre' y su 'reconocimiento'
no
son más que el reconocimiento del egoísta individuo
civil y del
movimiento desenfrenado de los elementos espirituales y
materia
les que son el contenido de su situación en la vida, el
contenido
de la vida civil de hoy; que los Derechos del Hombre no
liberan,
pues, al hombre de la religión, sino que le dan libertad de
reli
gión; que no lo liberan de la propiedad, sino que le dan
libertad
de propiedad; que no lo liberan de la suciedad de la ganancia,
sino que le dan libertad de elegir un medio de
subsistencia.
"Se le ha demostrado que el reconocimiento de los Derechos
del Hombre por el Estado moderno no significa más que el
reco
nocimiento de la esclavitud por él Estado antiguo. En
realidad,
así como la base natural del Estado antiguo era la
esclavitud, la
del Estado moderno es la sociedad civil, el hombre de la
sociedad
civil, es decir, el hombre independiente, vinculado con otros
hom
bres sólo por los lazos del interés privado y de la
inconciente nece
sidad natural, el esclavo del trabajo por la ganancia y de su
propia
necesidad egoísta así como de la de los
demás. El Estado moderno,
cuya base natural es esa, la ha reconocido como tal en los
Dere
chos universales del Hombre" [38] (175).
"El judío tiene tanto más derecho al reconocimiento de
su
'humanidad libre'" por "cuanto " la libre sociedad burguesa' es de
carácter absolutamente comercial y judío, y por cuanto el
judío
es un eslabón necesario en ella" (176).
Hegel ya sabía que los "Derechos del Hombre" no son
inna
tos, sino que surgen históricamente (176).
Al señalar las contradicciones del constitucionalismo
"la crí
tica" no las generaliza (fasst nicht den allgemeinen Widerspruch
des Constitutionalismus[39])
(177-178). Si lo hubiese hecho, habría
pasado de la monarquía constitucional al Estado
representativo de
mocrático, al Estado moderno perfecto (178).
La actividad industrial no es abolida por la abolición de
los
privilegios (de las corporaciones, gremios); por el contrario, se
desarrolla con más fuerza. La propiedad de la tierra no es
abolida
por la abolición de los privilegios de los terratenientes, "sino
que,
antes bien, su movimiento universal sólo comienza con la
aboli
ción de sus privilegios y mediante la libre división y la
libre ena
jenación de la tierra" (180).
El comercio no es abolido por la abolición de los
privilegios
|
comerciales, sino que sólo en ese momento se convierte
auténtica
mente en comercio libre; lo mismo sucede con la religión:
"La
religión sólo se despliega en su universalidad
práctica allí donde
no existe religión privilegiada (se recuerda a Estados
Unidos de
Norteamérica)".
|
|
|
.. ."Precisamente la esclavitud de la sociedad burguesa es
en
apariencia la mayor libertad" ... (181).
A la disolución (Auflósung) (182) de la existencia
política
de la religión (abolición de la Iglesia del Estado), de
la propie
dad (abolición de la limitación electoral
según la propiedad), etc.,
corresponde su "vida más vigorosa, que ahora obedece
tranquila
mente a sus propias leyes y se despliega en todo su alcance".
La anarquía es la ley de la sociedad burguesa
emancipada de
los privilegios (182-183).
|
...C ) BATALLA CRÍTICA
CONTRA LA REVOLUCION FRANCESA
"Las ideas - Marx cita a Bauer- que la Revolución
Francesa
originó no llevaron, sin embargo, más allá del
orden que ella qu
ría suprimir por la fuerza.
|
"Las ideas jamás pueden llevar más allá
de un antiguo orden
mundial, sino sólo más allá de las ideas del
antiguo orden mun
dial. Las ideas no pueden realizar nada en absoluto. Para la
realización de las ideas hacen falta hombres que dispongan
de-
cierta fuerza práctica" ( 186 ).
|
|
|
La Revolución Francesa originó las ideas del comunismo
(Ba-
beuf), que, desarrolladas en forma consecuente, contenían la
idea
de un nuevo Weltzustand [40].
A propósito de la manifestación de Bauer de que el
Estado
debe mantener refrenados a los átomos egoístas sueltos,
Marx dice
(188-189) que los miembros de la sociedad burguesa, en rigor, de
ningún modo son átomos, sino que sólo se imaginan
serlo, pues
no se satisfacen a sí mismo como los átomos, sino que
dependen
de otras personas, sus necesidades les imponen continuamente esa
dependencia.
"Por lo tanto, la necesidad natural, las propiedades humanas
esenciales, por alienadas que puedan parecer, y el
interés son los
que mantienen unidos a los miembros de la sociedad civil; su
vínculo real es la vida civil, y no la vida
política... Sólo la supers
tición política imagina aún hoy que la vida
civil debe ser mante
nida unida por el Estado, cuando en realidad, por el contrario, el
Estado es mantenido unido por la vida civil" (189).
Robespierre, Saint-Just y su partido sucumbieron porque con
fundieron la antigua sociedad de democracia realista, basada en la
esclavitud, con el moderno Estado representativo, de democracia
espiritualista, basado en la sociedad burguesa. Antes de su
eje
cución, Saint-Just señaló el cuadro (Tabelle,
¿un cartel? colgado)
de los Derechos del Hombre, y dijo: "C'est pourtant moi qui
ai
fait cela" [41]. "Ese mismo cuadro
proclamaba los derechos de un
hombre que no puede ser el hombre de la antigua república,
del
mismo modo que sus relaciones económicas e industriales
no son
las de la antigüedad' (192).
Lo que se convirtió en presa de Napoleón en el 18
Bruma-
rio[42] no fue ei movimiento
revolucionario, sino la burguesía
liberal. Después de la caída de Robespierre, bajo el
Directorio,
|
comienza la realización prosaica de la sociedad burguesa:
Sturm
und Drarig [43] de la empresa
comercial, vértigo (Taumel) de la
nueva vida burguesa; "la verdadera ilustración de la tierra
de
Francia, cuya estructura feudal había sido aplastada por el
mar-
tillo de la revolución y que. en su primer entusiasmo febril los
nu
merosos nuevos propietarios someten ahora a un cultivo total; los
primeros movimientos de una industria que se había liberado:
he
ahí algunas de las señales de vida de la recién
nacida sociedad
burguesa" (192-193).
|
|
CAPÍTULO VI. - LA CRÍTICA CRÍTICA ABSOLUTA O LA
CRÍTICA
CRÍTICA EN LA PERSONA DEL SEÑOR BRUNO
...3) tercera campaña de la critica absoluta ...
d) BATALLA CRÍTICA CONTRA EL MATERIALISMO FRANCÉS
(195-211)
[[Este capítulo (§ d de la parte 3 del capítulo
VI) es uno de
los más valiosos del libro. Aquí no hay en absoluto una
crítica
literal, sino una exposición totalmente positiva. Es un breve
es
bozo de la historia del materialismo francés. Aquí
deberíamos
citar todo el capítulo, pero me limitaré a un breve
resumen del
contenido.]]
La Ilustración francesa del siglo XVIII y el materialismo
francés
no fueron sólo una lucha contra las instituciones
políticas existen
tes, sino también una lucha abierta contra la
metafísica del siglo
x v ii , en particular contra la metafísica de Descartes,
Malebranche,
Spinoza y Leibniz. "Se opuso la filosofía a la
metafísica, del mismo
modo que Feuerbach, en su primer ataque decidido contra Hegel,
opuso la filosofía sobria a la especulación ebria"
(196).
La metafísica del siglo xvn, derrotada por el materialismo
del
siglo x v iii tuvo su victoriosa y sustancial (gehaltvolle)
rehabilita
ción en la filosofía alemana, especialmente en la
filosofía especu
lativa alemana del siglo xix. Hegel, en forma magistral, la unió
a
toda la metafísica y al idealismo alemán, y fundó
ein metaphysis-
ches Universalreich[44]. A esto
siguió de nuevo "el ataque a la meta
física especulativa y a la metafísica en general.
Ésta será derro
tada para siempre por el materialismo, que ahora ha sido
perfec
cionado por el trabajo de la propia especulación y coincide
con
el humanismo. Así como Feuerbach representó, en el
terreno teó
rico, al materialismo coincidente con el humanismo, el socialismo
y el comunismo inglés y francés lo representaron en el
terreno
práctico" (196-197).
Hay dos tendencias del materialismo francés: 1) la que
pro
viene de Descartes; 2) la que proviene de Locke. Esta última
miindet direkt in den Socialisrnus [45]
(197).
La primera, el materialismo mecanicista, se convierte en la
ciencia natural francesa.
Descartes, en su física, declara que la materia es la
única
sustancia. El materialismo mecanicista francés toma la
física de
Descartes y rechaza su metafísica.
"Esta escuela comienza con el médico Leroy [46] , llega a su
apoceo con el médico Cabanis, y su centro es el
médico Lamettrie" (198).
Todavía vivía Descartes cuando Leroy
trasladó al hombre la
estructura mecánica de los animales y declaró que el alma
era un
modo del cuerpo, y las ideas, movimientos mecánicos (198).
Leroy
creía incluso que Descartes había ocultado su verdadera
opinión.
Descartes protestó.
A fines del siglo xviii Cabanis perfeccionó el
materialismo
cartesiano en su obra Rapports du physique et du moral de
l'hom-
me[47].
Desde el comienzo mismo la metafísica del, siglo xvII tuvo
su
adversario en el materialismo. Descartes, en Gassendi, el
restau
rador del materialismo epicúreo[48]; en Inglaterra, Hobbes.
Voltaire (199) señalaba que la indiferencia de los franceses
del siglo xvm hacia las disputas de los jesuítas y otros se
debía
no tanto a la filosofía como a las especulaciones financieras
de
Law. El movimiento teórico hacia el materialismo se
explica por
la Gestaltung[49] práctica
de la vida francesa de entonces. Las
teorías materialistas correspondían a la práctica
materialista.
La metafísica del siglo XVII (Descartes, Leibniz) estaba toda
vía vinculada con un contenido positivo (positiven).
Realizó des-
conocimientos en matemáticas, en física, etc. En el siglo
XVIII las
ciencias positivas se separaron de ella y la metafísica war fad
ge-
worden .[50]
En el año en que murió Malebranche nacieron Helvecio
y
Condillac (199-200).
Pierre Bayle minó teóricamente la
metafísica del siglo xvii con
su arma: el escepticismo[51].
Refutó principalmente a Spinoza y
Leibniz. Proclamó la sociedad atea. Fue, según las
palabras de
un escritor francés, "el último metafísico en el
sentido de la pala
bra en el siglo xvii y el primer filósofo en el sentido de la
pala
bra en el siglo xviii" (200-201).
Esta refutación negativa exigía un sistema positivo
antime-
tafísico. Lo proporcionó Locke.
El materialismo es hijo de Gran Bretaña. Ya su
escolástico
Duns Scotus había planteado el interrogante: "si la
materia no
podría pensar". Era nominalista. El nominalismo[52] es en general
la primera expresión del materialismo.
El verdadero fundador del materialismo inglés fue
Bacon.
("Entre las propiedades innatas de la materia, el movimiento es
primera y más importante, no sólo como movimiento
mecánico y
matemático, sino, más aun, como impulso, como
espíritu vital,
como tensión, como tormentos [Qual] ... de la materia"
202).
"En Bacon, su primer creador, el materialismo encierra
toda
vía en sí, en forma ingenua, el germen de un desarrollo
total. La
materia sonríe al hombre en su conjunto con poético
esplendor
sensual."
En Hobbes el materialismo se torna unilateral, menschenfein-
dlich, mechanisch[53]. Hobbes
sistematizó a Bacon, pero no desa
rrolló (begründet) más profundamente el principio
fundamental
de Bacon: los conocimientos y las ideas tienen su origen en el
mundo de los sentidos (Sinnenwelt) - pág. 203.
Así como Hobbes suprimió los prejuicios
teístas del mate
rialismo de Bacon, así Collins, Dodwell, Coward, Hartley,
Priest
ley, etc., destruyeron los últimos límites
teológicos del sensualis
mo [54] de Locke.
Condillac dirigió el sensualismo de Locke contra la
metafísica
del siglo xvii; publicó una refutación de los sistemas de
Descartes,
Spinoza, Leibniz y Malebranche. [55]
Los franceses "civilizaron" (205) el materialismo de los in
gleses.
En Helvecio (que también partió de Locke), el
materialismo
adquiere un carácter propiamente francés.
Lamettrie [56] es una
combinación del materialismo cartesiano
y del materialismo inglés.
Robinet se vincula sobre todo con la
metafísica.
"Así como el materialismo cartesiano se convierte en
la ciencia,
natural propiamente dicha, la otra tendencia del materialismo
francés desemboca directamente en el socialismo y el
comunis
mo" (206).
Nada hay más fácil que deducir el socialismo de las
premi
sas del materialismo (reorganización del mundo de los
sentidos;
vincular los intereses privados y públicos; destruir las
Geburts-
státten [57] del crimen,
etc.).
Fourier parte directamente de la doctrina de los
materialis
tas franceses. Los babuvistas[58]
eran materialistas groseros, in
maduros. Bentham basó su sistema en la moral de Helvecio, y
Owen toma el sistema de Bentham como punto de partida para
fundar el comunismo inglés. Cabet- lleva de Inglaterra a
Francia
las ideas comunistas (es el populárste wenn auch
flachste[59] de
los representantes del comunismo) (208). Los "más
científicos"
son Dézamy, Gay y otros, que desarrollaron la doctrina del
mate
rialismo como humanismo real.
En las págs. 209-211 Marx da en una nota (2 páginas
en
cuerpo pequeño) extractos de Helvecio, Holbach y Bentham
a fin
de mostrar el nexo del materialismo del siglo XVIII con el
comunis
mo inglés y francés del siglo XIX.
De los siguientes parágrafos merece observarse el pasaje
si
guiente:
"La disputa entre Strauss y Bauer en cuanto a la
sustancia y la
autoconciencia es una disputa dentro de la
especulación hegeliana.
En el sistema de Hegel hay tres elementos: la sustancia de
Spinoza,
la autoconciencia de Fichte y la unidad hegeliana de las dos,
nece
saria y contradictoria: el espíritu absoluto. El primer
elemento es
la naturaleza metafísicamente disfrazada, en su
separación respecto
del hombre; el segundo es él espíritu
metafísicamente disfrazado,
en su' separación respecto de la naturaleza; el tercero es la
unidad
metafísicamente disfrazada de ambos, el hombre real y la
raza
humana real" (220), y el parágrafo con la apreciación
sobre
Feuerbach.
"En el dominio de la teología, Strauss expuso con toda
cohe
rencia a Hegel desde él punto de vista de Spinoza, y
Bauer hizo
lo mismo desde el punto de vista de Fichte. Ambos
criticaron a
Hegel en la medida en que en él cada uno de los dos
elementos
era falseado por el otro, a la vez que condujeron cada uno de
los
elementos a su desarrollo unilateral, y por lo tanto coherente.
Por
consiguiente, en su crítica ambos van más allá de
Hegel, pero am
bos se mantienen también en el marco de la especulación
de éste,
|
y cada uno de ellos sólo representa un aspecto de su
sistema.
Feuerbach fue el primero que completó y criticó a
Hegel desde el
punto de vista de Hegel al resolver el espíritu
absoluto metafísico
en 'el hombre real sobre la base de la naturaleza" y el primero
que
terminó la crítica de la religión al
esbozar magistralmente los ras
gos básicos generales de la crítica de la
especulación de Hegel, y
por consiguiente, de todo tipo de metafísica"
(220-221).
|
|
|
Marx ridiculiza "la teoría de la autoconciencia" de Bauer
por
su idealismo (los sofismas del idealismo absoluto - 222),
señala
que es una paráfrasis de Hegel, y cita la
Fenomenología de éste
y las notas críticas de Feuerbach (de Philosophie der
Zukunft[60] ,
pág. 35: Esa filosofía niega -negiert- "lo materialmente
sensi
ble", del mismo modo que la teología niega "la naturaleza
macu
lada por el pecado original).
El capítulo siguiente (VII) comienza una vez más con
una
serie de críticas sumamente tediosa, puntillosa [1).
Páginas 228-
235]. En el § 2a hay un pasaje interesante.
Marx cita de la Gaceta literaria la carta de un
"representante
de la masa", que reclama el estudio de la realidad, de la ciencia
natural y de la industria (236), y que por tal motivo ha sido
injuriado por la "crítica":
"¿O [1] cree usted -exclamaron los "críticos" contra
este re
presentante de la masa- que el conocimiento de la realidad his
tórica ya ha concluido? ¿O [!] conoce usted un solo
período de la
historia que realmente se conozca?"
|
"¿O la crítica crítica -responde Marx- cree
haber llegado
siquiera al comienzo del conocimiento de la realidad
histórica
mientras elimina del movimiento histórico la
relación teórica y
práctica del hombre con la naturaleza, la ciencia natural y la
in
dustria? ¿O cree que conoce en realidad un período
cualquiera sin
conocer, por ejemplo, la industria de ese período, el modo de
pro
ducción inmediato de la vida misma? La crítica
crítica, espiri
tualista, teológica, sólo conoce, es cierto (por
lo menos imagina
conocerlos), los principales hechos políticos, literarios y
teológicos
de la historia. Del mismo modo que separa el pensamiento de los
sentidos, el alma del cuerpo y a sí misma del mundo, separa
la
historia de la ciencia natural y de la industria, y ve el origen de
la historia, no en la vulgar producción material que se
realiza sobre
la tierra, sino en las brumosas nubes que flotan en el cielo"
(238).
|
|
|
No-
ta
be-
ne |
La crítica califica a este representante de la masa de
massen-
hafter Matcrialist[61]
(239).
"La crítica de los ingleses y franceses no es una
personalidad
abstracta, preternatural, fuera de la humanidad: es la actividad
humana real de individuos que son miembros activos de la
socie
dad, y que como seres humanos sufren, sienten, piensan y
actúan.
Por eso su crítica es al mismo tiempo práctica; su
comunismo es
un socialismo en el que se dan medidas prácticas, tangibles, y
en el
que no sólo piensan sino que, más aun, actúan; es
la crítica viva,
real, de la sociedad existente, el descubrimiento de las causas 'de
la decadencia' " (244).
[[Todo el capítulo VII (228-257), aparte de los pasajes
arriba
citados, sólo contiene las críticas capciosas y parodias
más inve
rosímiles, repara en las contradicciones del más
insignificante ca
rácter y ridiculiza todas y cada una de las tonterías de
la Gaceta
literaria, etc.]]
En el capítulo VIII (258-333) tenemos un § sobre "La
meta
morfosis crítica de un carnicero en perro", y más
adelante sobre
Fleur de Marie[62], de Eugene Sue
(sin duda, una novela de ese
título o la protagonista de tal o cual novela), con ciertas
observa
ciones de Marx, "radicales" pero carentes de interés.
Quizá sólo
sean dignas de mención las págs. 285[X] -unos pocos comentarios
sobre la teoría penal de Hegel, pág. 296- contra la
defensa de
Eugene Sue del sistema de prisión en celdas
(Cellularsystem).
[X] "Según
Hegel, en la pena el criminal dicta sentencia con
tra sí mismo. Gans desarrolló con más
extensión esta teoría. En
Hegel este es el disfraz especulativo del antiguo jus
talionis[63],
expuesto por Kant como la única teoría
jurídica penal. Para Hegel,
el autoenjuiciamiento del criminal es una pura 'idea', una
inter
pretación puramente especulativa del actual código
penal empí
rico. Por eso deja el modo de aplicación a las respectivas
etapas
de desarrollo del Estado; en otras palabras, deja la pena tal como
es. Precisamente en eso se muestra más crítico que su eco
crítico.
Una teoría penal que al mismo tiempo ve en el criminal al
hombre
sólo puede hacerlo en la abstracción, en la
imaginación, precisa
mente porque el castigo, la coacción, son contrarios a la
conducta
humana. Por lo demás, la realización
práctica de tal teoría sería
imposible. La ley abstracta sería sustituida por la
arbitrariedad
puramente subjetiva, ya que en cada caso dependería de los
hom
bres oficiales, 'honrados y decentes', adecuar la pena a la
indivi
dualidad del criminal. Platón ya había tenido la
perspicacia de
ver que la ley debe ser unilateral y hacer
abstracción del indivi
duo. Por el contrario, en las condiciones humanas el castigo
no
será realmente otra cosa que la sentencia dictada por el autor
del
delito contra sí mismo. No se tratará de convencerlo de
que la
violencia exterior, ejercida por otros contra él, es una
violencia que
ha ejercido sobre sí mismo. Por el contrario, él
verá en otros hom
bres sus naturales salvadores de la sentencia que ha pronunciado
contra sí mismo. En otras palabras, la relación
será exactamente
inversa" (285-286).
(( Aparentemente, Marx ataca aquí al socialismo
superficial
propagado por Eugene Sue y que aparentemente fue defendido
en
la Gaceta literaria.))
Marx, por ejemplo, ridiculiza a Sue por el concepto de la
re
compensa de la virtud por el Estado, del mismo modo que se
castiga el vicio. (Págs. 300-301 dan incluso ¡un cuadro
compara
tivo de la justice criminelle y de la justice vertueusel
[64].)
Págs. 305-306: Notas críticas contra la
Fenomenología de
Hegel.
307: Pero Hegel da a veces en su Fenomenología,
a pesar de
su teoría, una descripción verdadera de las
relaciones humanas.
309: La filantropía como Spiel*[65] de los ricos (309-310).
312-313: Citas de F o u r ie r sobre la
humillación de las mujeres,
muy notable23 [[contra las moderadas aspiraciones de la
"crítica"
y de Rudolf, ¿el héroe de Eugene Sue?]]
"El misterio de esta (305) audacia de Bauer [más
arriba ha
bía una cita de Anekdota [66]24] es la 'Fenomenología' de Hegel. Dado
que Hegel remplaza aquí al hombre por la autoconciencia, la
realidad humana más variada aparece sólo como una
forma defi
nida, como una determinación de la autoconciencia.
Pero una sim
ple determinación de la autoconciencia es una 'pura
categoría', un
simple 'pensamiento' que por lo tanto puede trascender en el
pen
|
samiento 'puro' y vencer por el pensamiento puro. En la
Fenome
nología de Hegel las bases materiales, sensibles,
objetivas, de las
distintas formas alienadas de la autoconciencia humana
quedan
como son. Toda la obra destructiva acaba en la filosofía
más
conservadora [sic!], porque cree haber vencido al mundo
objeti
vo, al mundo de la realidad sensible, al trasformarlo
simplemente
|
|
en una cosa- de pensamiento', en una simple determinación de
la
autoconciencia, y por lo tanto puede disolver al oponente, que se
ha vuelto etéreo, en 'el éter del pensamiento
puro'. Por eso la
Fenomenología es del todo coherente al remplazar toda
realidad
humana por el 'saber absoluto': 'saber, porque es el
único modo
de existencia de la autoconciencia, y porque la autoconciencia es
considerada el único modo de existencia del hombre; saber
ab
soluto, por la precisa razón de que la autoconciencia
sólo se sabe
a sí misma y no es ya perturbada por ningún mundo
objetivo.
Hegel hace del hombre el hombre de la autoconciencia, en
lugar
de hacer de la autoconciencia la autoconciencia del hombre,
del
hombre real y por consiguiente del hombre que vive también
en
un mundo objetivo real y determinado por ese mundo. Pone al
mundo cabeza abajo, y por lo tanto puede disolver en su
cabeza
todas las limitaciones, que sin embargo, por supuesto, subsisten
para la perversa sensibilidad, para el hombre real.
Además, con
sidera necesariamente como un límite todo lo que revela las
limi
taciones de la autoconciencia general, es decir, toda
sensibilidad,
realidad, individualidad de los hombres y de su mundo. Toda la
Fenomenología se propone demostrar que la
autoconciencia es
la única realidad y toda la realidad". .. (306)
|
... "Por último, se sobreentiende que si la
Fenomenología de
Hegel, a pesar de su pecado especulativo original, proporciona en
muchos casos los elementos de una verdadera descripción de
las
relaciones humanas, Bruno y compañía en cambio, ofrecen
sólo
una caricatura hueca" ... (307)
|
|
"De tal modo, Rudolf reveló inconcientemente el misterio,
descubierto hace mucho tiempo, de que la propia miseria huma
na, la infinita abyección que se ve obligada a recibir
limosna,
tiene que servir como juego de la aristocracia del dinero y
la
educación para satisfacer su amor propio, halagar su
arrogancia
y divertirla.
"Las numerosas asociaciones de caridad que existen en Ale
mania, las numerosas sociedades de caridad de Francia y la gran
cantidad de quijotescas sociedades de caridad de Inglaterra, los
conciertos, bailes, juegos, comidas para los pobres e incluso
sus
cripciones públicas para las víctimas de accidentes, no
tienen
otro significado" (309-310).
Y .Marx cita a Eugene Sue:
"Ah, señora, no es suficiente haber bailado en beneficio
de
esos pobres polacos ... Seamos filantrópicos hasta el final [..
. ]
¡Vayamos ahora a cenar a beneficio de los pobres!"
(310)
En las págs. 312-313, citas de Fourier (el adulterio
es de
buen tono, el infanticidio por parte de las víctimas de la
seduc
ción -un círculo vicioso... "El grado de
emancipación de la
mujer es la medida natural de la emancipación general". ..
(312).
La civilización convierte todos los vicios de una forma
simple en
una forma compleja, ambigua, hipócrita), y Marx agrega:
|
"Es superfluo comparar los pensamientos de Rudolf con la
magistral caracterización que hace Fourier del
matrimonio, o con
las obras del sector materialista del comunismo francés"
(313).
|
|
|
Págs. 313 u. ff., contra los proyectos
político-económicos de
Eugene Sue y Rudolf (¿presumiblemente el personaje de la
no
vela de Sue?), proyectos para la asociación de ricos y pobres,
y
para la organización del trabajo (que debería realizar el
Estado),
etc., por ejemplo, también el Armenbank [7) - b) El
"Banco
para los pobres" págs. 314-318] = préstamos sin intereses
a los
desocupados. Marx toma las c if r a s del proyecto y revela
su in
suficiencia en relación con las necesidades. Y la idea de un
Armenbank, dice Marx, no es mejor que las Sparkassen[67]. .., es
decir, die Einrichtung[68] del
banco "descansa en la ilusión de
que sólo hace falta una diferente distribución de
los salarios
para que los obreros puedan vivir todo el año"
(316-317).
El § c) "Granja modelo en Bouqueval" 318-320, el
proyecto
de Rudolf para una granja modelo, que fue alabado por la
"crí
tica", es sometido a una crítica devastadora: Marx declara
que
es un proyecto utópico, porque como promedio un francés
recibe
sólo un cuarto de libra de carne diaria, sólo 93 francos
de ingre
sos anuales, etc.; en el proyecto trabajan el doble que antes,
etc.,
etc. ((No es interesante.))
|
320: "Los medios milagrosos por los cuales realiza Rudolf
todas sus redenciones y maravillosas curas no son sus bellas
pala
bras, sino su dinero en efectivo. Así son los moralistas,
dice Fou
rier. Es preciso ser un millonario para poder imitar a sus
héroes.
|
|
|
"La moral es 'Impuissance, mise en action' [69]. Cada vez que
combate un vicio es derrotada. Y Rudolf ni siquiera se eleva al
punto de vista de la moral independiente basada por lo menos
en la conciencia de la dignidad humana. Por el contrario, su
moral se basa en la conciencia de la debilidad humana. Repre
senta la moral teológica" (320-321).
... "Así como en realidad todas las diferencias se
reducen
cada vez más a la diferencia entre pobres y ricos,
así en la idea
todas las diferencias aristocráticas, se resuelven en la
oposición
entre bien y mal. Esta distinción es la última
forma que da el
aristócrata a sus prejuicios" ... (323-324).
... "Todos los movimientos de su alma son de infinita im
portancia para Rudolf. Por eso los observa y los valora
constan
temente" . .. (Ejemplos.) "Este gran señor es como los
miembros
de la 'Joven Inglaterra, que también quieren reformar el
mundo,
realizar nobles acciones, y están sujetos a similares accesos
de
histeria" ... (326). ●
|
|
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|
¿No piensa Marx aquí en los
tories
Filántropos [70]
ingleses que promulga
ron la Ley de las 10 horas?
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|
Notas:
[1]El Resumen del
libro de C, Marx y F. Engels "La Sagrada Familia, "Crítica de la
crítica crítica" fue escrito por Lenin en 1895, durante su
primera estadía en el extranjero, adonde viajó para establecer
contacto con el grupo "Emancipación del Trabajo". El resumen fue hecho
en un cuaderno, que contiene 23 páginas manuscritas; los extractos del
libro están en alemán. El autor no señala la fecha del
Resumen; lo mas probable es que date de agosto de 1895, período en que
Lenin trabajó en la Biblioteca Real de Berlín, donde
leyó ediciones raras de los trabajos de Marx y Engels. En el Resumen
Lenin sigue de cerca cómo va formándose la concepción
del mundo de los fundadores del marxismo, copia su caracterización de
la sociedad burguesa, la crítica a los jóvenes hegelianos,
etc.
Lenin menciona por primera vez La Sagrada Familia en el
articulo necrológico "Federico Engels" (otoño de 1895), y
señala que en este libro se ponen las bases del "socialismo
materialista revolucionario" (véase V. I. Lenin, ob. cit. , t.
II, pág. 17). Lenin utilizó reiteradas veces en sus trabajos
algunas tesis de La Sagrada Familia, en particular la opinión
de que con la amplitud de la acción histórica aumentarán
las dimensiones de la masa que ejecuta esa acción. 15.
[2] La Sagrada
Familia, o Crítica de la crítica crítica: primera
obra escrita en común por Marx y Engels entre setiembre y octubre de
1844 y publicada en febrero de 1845. "La Sagrada Familia" es el mote
burlón de los hermanos Bruno y Edgar Bauer y sus seguidores, que se
agrupaban en torno de la publicación mensual Allgemeine
Literatur-Zeitung (Charlottenburgo, diciembre de 1843-octubre de 1844).
En las páginas del periódico se difundía la
"teoría" reaccionaria idealista subjetiva acerca del proceso
histórico, según la cual los creadores de la historia son
individuos selectos, portadores del "espíritu", dé la
"crítica pura", en tanto que las masas, el pueblo sólo sirven
de material inerte o de lastre en el proceso histórico. Esta
"teoría" de los representantes del ala izquierda, democraticoburguesa,
de la escuela filosófica hegeliana (los jóvenes hegelianos) fue
adoptada más tarde por los populistas liberales en Rusia (véase
la crítica que se hace en el libro Quiénes son los "amigos
del pueblo " y cómo luchan contra los socialdemócratas en
V. I. Lenin, ob. cit., t. I).
Cuando Marx y Engels escribieron este libro ya
habían pasado del idealismo y del democratismo revolucionario a las
concepciones materiaistas y comunistas, que siguieron desarrollando en La
Sagrada Familia. Marx escribió la mayor parte del libro, se
aproxima en él, como señala Lenin en su Resumen, a la idea
fundamental del materialismo histórico, la idea del papel decisivo del
modo de producción en el desarrollo de la sociedad. En el libro se
muestra la necesidad de una "fuerza práctica" para realizar las ideas,
se formula la tesis de que las masas populares son las creadoras de la
historia de la humanidad, y que cuanto más importante son las
revoluciones que ocurren en la sociedad, tanto más numerosas son las
masas que las llevan a cabo. En el libro ya casi se ha plasmado la idea de la
misión histórica mundial del proletariado, se demuestra que el
comunismo no sólo es inevitable desde el punto de vista lógico-
como deducción de todo el desarrollo precedente de la filosofía
materialista- . sino también dásele el punto de vista
histórico, por cuanto la propiedad privada, en su movimiento
económico, marcha hacia su propio aniquilamiento.
Al pronunciarse contra los jóvenes hegelianos Marx
y Engels critican al mismo tiempo la filosofía idealista del propio
Hegel. En el libro, escrito bajo una significativa influencia de la
filosofía materialista de Feuerbach, están contenidos a la vez
elementos de crítica a ésta. Engels escribió
posteriormente, definiendo el lugar de este libro en la historia del
marxismo: "Era preciso sustituir el culto del hombre abstracto, médula
de la nueva religión de Feuerbach, por una ciencia de los hombres
reales y del desarrollo histórico de éstos. Este
desenvolvimiento del punto de vista de Feuerbach fue iniciado por Marx en
1845 en el libro La Sagrada Familia 17.
[3] F. Engels und K.
Marx. Die heilige Familie, oder Kritik der kritischen Kritik.
Frankfurt a. M., 1845. (Ed.)
[4] Minuciosidad
pedante. (Ed.)
[5] En el
capítulo III de La Sagrada Familia se trata del artículo
"El Sr. Nauwerk y la Facultad de Filosofía", publicado en el
número VI de Allgemeine Literatur-Zeitung (mayo de 1844) con la
firma 7, inicial de Jungnitz, apellido de un periodista "joven hegeliano"
alemán. 18.
[6] Und folgende bis: y
hasta. (Ed.)
[7] En esta parte de
La Sagrada Familia Marx critica el artículo de E. Bauer
"Proudhon", en el que se examina el libro de P. J. Proudhon Qu'est-ce que
la propiété? ou Recherches sur le principe du droit et de
gouvernement, 1840. Marx hizo una apreciación completa de este
libro y de las ideas de Proudhon en su conjunto en, el artículo
"Proudhon" (carta a J. B. Schweizer). 18.
[8] Fórmula y
significación. (Ed.)
[9] justicia en lugar
de práctica jurídica. (Ed.)
[10]
Traducción caracterizadora N° I, II, etc. (Ed.)
[11] Glosa
crítica N° I, etc. (Ed.)
[12] Lenin se
refiere a la observación hecha por Marx de que "Proudhon no examina
aún las siguientes formas de la propiedad privada: salario, comercio,
valor, precio, dinero, etc., precisamente como formas de la propiedad
privada, lo que se ha hecho, por ejemplo en Deutsch-Franzosische
Jahrbiicher (véase Esbozos para una critica de la
economía política de F. Engels)". El artículo
mencionado es el primer trabaio económico de Engels, en el cual
analiza, desde las posiciones del proletariado revolucionario, el sistema
económico de la sociedad burguesa y las principales categorías
de la economía política burguesa. En Deutsch-Franzosische
Jáhrbücher también se publicó el
artículo de Engels "La situación de Inglaterra. Thomas Carlyle.
'Pasado y presente' ", y también las obras de Marx "Sobre el problema
judío" y "Contribución a la crítica de la
Filosofía del Derecho, de Hegel. Introducción". Estos trabajos
señalan el paso definitivo de Marx y Engels del idealismo y el
democratismo revolucionario al materialismo y el comunismo.
Deutsch-Franzosische Jahrbücher ("Anales
franco-alemanes" ): revista editada en París bajo la dirección
de C. Marx y A. Eüge. Sólo apareció tin número
doble, en febrero de 1844; la razón principal por la cual se
interrumpió la publicación fueron las divergencias de principio
de Marx con el radical burgués Eüge. 18.
[13] Partes.
(Ed.)
[14] Punto de vista.
(Ed.)
[15] Marx cita a
Edgar.
[16] Obrero.
(Ed.)
[17] Valga la
expresión. (Ed.)
[18] Mariscal en
lugar de herrero. (Ed.)
[19] Se refiere al
comentario de Szeliga (publicado en el número VII de Allgemeine
Literatur-Zeitung, junio de 1844) de la novela de Eugéne Sus
Los misterios de París (véase la nota 8). 25.
[20] ¡Si el
rico lo supiera! (Ed.)
[21]
Degradación de la sensualidad. (Ed.)
[22] W. Shakespeare:
A buen fin no hay mal principio, primer acto, escena tercera. 25.
[23] Se refiere a la
novela de Eugéne Sue Les mystéres de Paris, escrita en
el espíritu del sentimentalismo filantrópico
pequeñoburgués; la novela se publicó en París en
1842-1843 y gozó de amplia popularidad en Francia y en el extranjero;
en 1844 fue traducida al ruso. 25.
[24] "Desde el
comienzo." (Ed.)
[25] Marx alude al
artículo de Faucher "Englische Tagesfragen" (" Cuestiones del
día en Inglaterra" ), publicado en los números VII-IX de
Allgemeine Literatur-Zeitung (junio-agosto de 1844); el segundo
capítulo de La Sagrada Familia, escrito por Engels, está
dedicado a la crítica de ese artículo. 26.
[26]
Espíritu. (Ed.)
[27] Masa. (Ed.)
[28] Se cita
aquí el artículo de B. Bauer "Obras recientes sobre el problema
judío" , publicado en el número I de Allgemeine
Literatur-Zeitung (diciembre de 1843): este artículo fue la
respuesta de Bauer a la crítica de su libro Die Judenfrage ("El
problema judío" ), 1843. 26.
[29] Así en
el original. (Ed.)
[30]
Periódico de Loustallot: semanario Revolutions de Paris
que apareció en París de julio de 1789 a febrero de 1794. Hasta
setiembre de 1790 fue redactado por el periodista demócrata
Elisée Loustallot. 26.
[31] Los grandes
sólo nos parecen grandes
Por que estamos de rodillas.
¡Pongámonos de pie! (Ed.)
[32] Se refiere a la
obra de G. W. F. Hegel Phanomenologie des Geistes
("Fenomenología del espíritu" ), cu va primera edición
apareció en 1807. Cuando Marx escribió La Sagrada
Familia utilizó el tomo II de la 2. edición de las
Obras de Hegel (Berlín, 1841). Se trata de la primera gran obra
de Hegel, en la que expone su sistema filosófico, v que Marx
denominó 'la verdadera fuente y secreto de la filosofía
hegeliana". La Fenomenología del espíritu fue traducida
por primera vez al ruso en 1913: en 1959, las obras de Hegel se publicaron en
una nueva traducción. 27.
[33]
Doctrinarios: miembros de un grupo político burgués en
Francia, durante el período de la Restauración (1815-1830),
Monárquicos constitucionalistas y enemigos del movimiento
democrático y revolucionario, trataban de organizar en Francia un
bloque de la burguesía y la nobleza según el modelo
inglés. Los doctrinarios más conocidos fueron el historiador F.
Guizot y el filósofo P. P. Royet-Collard. 28,
[34] Después
de los hechos. (Ed.)
[35] Los conceptos
expuestos por Bruno Bauer en su libro Die Judenfrage (1843) son
refutados por Marx en su artículo "Zur Judenfrage" ("Sobre el problema
judío" ), publicado en Deutsch-Franzosische Jahrbücher en
1844. 29.
[36] Se cita
aquí el segundo artículo de B. Bauer "Obras recientes sobre el
problema judío", publicado en el número IV de Allgemeine
LiteraturZeitung (marzo de 1844). 30.
[37] Derechos
universales del Hombre. (Ed.)
[38] Derechos
universales del Hombre: principios proclamados en la "Declaración
de los derechos del hombre y del ciudadano", elaborados por la Asamblea
Constituyente de Francia en los comienzos de la.revolución burguesa y
aprobados por la misma el 26 de agosto de 1789. La filosofía de la
Ilustración francesa fue la fuente ideológica de esa
"Declaración". 32.
[39] No entiende la
contradicción general del constitucionalismo, i Ed.
[40] Orden mundial.
(Ed.)
[41] "Y sin embargo
fui yo quien hizo eso." (Ed.)
[42] El 18
Brumario (9 de noviembre de 1799), día del golpe de Estado de
Napoleón Bonaparte, que derribó al Directorio y
estableció su propia dictadura. (Ed.)
[43]Tormenta e
impulso. (Ed.)
[44] Un reino
metafísico universal. (Ed.)
[45] Desemboca
directamente en el socialismo. (Ed.)
[46] Así en
el original. (Ed.)
[47] Materialismo
cartesiano: materialismo de los discípulos de Descartes (de la forma
latina de su nombre, Cartesius). El libro indicado, Rapports du
physique et du moral de l'homme ("Relaciones de lo físico y lo
espiritual en el hambre" ), de P. J. G. Cabanis, se publicó en
París en 1802. (Ed.)
[48] Materialismo
epicúreo: doctrina de Epicuro, filósofo materialista griego
de los siglos iv-III a.n.e., y de sus continuadores. Partía del
reconocimiento de la unidad material del mundo, de "la existencia de las
cosas fuera de la conciencia del hombre y con independencia de
ella" (véase el presente tomo, pág. 259). La doctrina
materialista de Epicuro, ampliamente difundida en el mundo antiguo, fue
más tarde sometida a una acerba crítica por la Iglesia
cristiana y la filosofía idealista. Pierre Gassendi restableció
en la época moderna los conceptos materialistas de Epicuro en el
terreno de la física y la ética, reconoció como
él que en la realidad sólo existen los átomos y el
vacío, y demostró la eternidad y la infinitud del espacio y del
tiempo. No obstante, fue un materialista inconsecuente, pues suponía
que los átomos fueron creados por Dios y que su número es
limitado. En su tesis para el doctorado Marx escribió que Gassendi
procuraba "conciliar su conciencia católica con sus conocimientos
paganos, a Epicuro con la Iglesia". 36.
[49]
Organización. (Ed.)
[50] Se tomó
insípida. (Ed.)
[51]
Escepticismo (del griego "miro en tomo", "examino"; en sentido
figurado "recapacito", "dudo" ): el papel que desempeñó en la
historia de la filosofía fue variando de acuerdo con los intereses de
clase que reflejaba. Surgió como escuela filosófica especial en
el período de crisis de la sociedad esclavista en la antigua Grecia,
en los siglos iv-in a.n.e. Su fundador fue Pirrón, siendo sus
representantes más notables Enesidemo y Sexto Empírico
(véase el presente tomo, págs. 263-267). El escepticismo
antiguo estaba orientado contra la línea materialista en el desarrollo
de la filosofía.
En la época del Renacimiento, los filósofos
franceses Michel Montaigne, Pierre Charron y Pierre Bayle se apoyaron en el
escepticismo para combatir la escolástica medieval y la Iglesia. Blas
Pascal, por el contrario, orienta el escepticismo contra el conocimiento
racional, y llega a una defensa de la religión cristiana
basándose en la sensación.
En el siglo xvm el escepticismo resurge en el agnosticismo
de David Hume y Emmanuel Kant; Gotlob Erast Schulze intenta modernizar el
escepticismo antiguo (Enesidemo). El nuevo escepticismo, a diferencia del de
la antigüedad, declara imposible el conocimiento científico. La
argumentación del escepticismo fue utilizada por los machistas, los
neokantianos y los representantes de otras escuelas filosóficas de
mediados del siglo xix y principios del xx. Lenin calificó al
escepticismo burgués de moda "de muerto y mortífero
escolasticismo", y señaló que su carácter de clase se
manifiesta en "desesperación al comprobar la imposibilidad de hacer un
análisis científico del presente, negación de la
ciencia, tendencia a despreciar toda generalización, a no querer ver
ninguna de las 'leyes' del desarrollo histórico" (véase V. I.
Lenin, ob. cit., t. XXI, pág, 101). En la filosofía
burguesa contemporánea el escepticismo sirve a los objetivos de la
lucha contra la consecuente concepción materialista dialéctica
del mundo. 37.
[52]
Nominalismo (del latín nomen: nombre,
denominación): tendencia de la filosofía medieval que
consideraba los conceptos generales (universales) sólo como nombres de
los objetos singulares, en oposición al "realismo" medieval, el cual
sostenía que los conceptos son primarios respecto de las cosas
concretas y existen "en la realidad", independientemente de ellas. La lucha
entre el nominalismo y el realismo constituyó una expresión
característica de la pugna entre el materialismo y el idealismo en la
filosofía medieval. 37.
[53]
Misantrópico, mecánico. (Ed.)
[54]Sensualismo (del latín sensus): tendencia
filosófica cuyos partidarios reconocen como única base y fuente
del conocimiento las sensaciones, las percepciones, las pasiones, etc. John
Locke, en su obra An Essay Concerning Human Understanding ("Ensayo
sobre el entendimiento humano" ) (1690), elaboró la teoría
sensualista del conocimiento, que partía del principio: "nada hay en
el intelecto que no haya estado antes en las sensaciones". Fueron
sensualistas tanto los adeptos del materialismo (J. Locke, E. B. Condillac,
C. A. Helvecio) como del idealismo (G. Berkeley). Lenin escribió:
"Tanto el solipsista, es decir, el idealista subjetivo, como el materialista,
pueden reconocer como fuente de nuestros conocimientos las sensaciones. Tanto
Berkeley como Diderot partieron de Locke" (véase V. I. Lenin, ob.
cit. , t. XIV, págs. 132-133). 37.
[55] Se refiere a la
obra de E. B. Condillac Traité des systémes. .. 1749,
cuya traducción al ruso se publicó en 1938. 37.
[56] Así en
el original. (Ed.)
[57] Fuentes.
(Ed.)
[58] Babuvistas:
partidarios de Graco Babeuf, quien en 1795-1796 dirigió el movimiento
comunista utópico de los "iguales" en Francia. (Ed.)
[59] Más
popular aunque el más superficial. (Ed.)
[60] Lenin se
refiere a la obra de L. Feuerbach Grundzatze der Philosophie der
Zukunft ("Principios de la filosofía del futuro" ), 1843, que es
una continuación de los aforismos del mismo autor Vorliiufige
Thesen zur Reform der Philosophie ("Tesis preliminares sobre la reforma
de la filosofía" ), 1842, en los que expone los principios de su
filosofía materialista y crítica la filosofía idealista
de Hegel. 39.
[61] Materialista de
la masa. (Ed.)
[62] Fleur de Marie:
protagonista de la novela de Eugene Sue Los misterios de París.
(Ed.)
[63] Ley del
talión. (Ed.)
[64] ... de la
justicia criminal y de la justicia virtuosa! (Ed.)
[65] Juego.
(Ed.)
[66] Lenin se
refiere a Anekdota zur neuesten deutschen Philosophie und Publicistik von
Bruno Bauer, Ludwig Feuerbach, Friedrich Koppen, Karl Nauwerk, Arnol Ruge und
einigen Ungenannten ("Obras inéditas sobre filosofía y
publicística alemana contemporánea de B. Bauer, L. Feuerbach,
F. Koppen, K. Nauwerk, A. Ruge y algunos autores anónimos" ),
colección de artículos cuya publicación en revistas
alemanas fue prohibida por la censura; las publicó A. Ruge en 1843, en
Zurich. En esa recopilación aparecieron los primeros artículos
de Marx: "Notas sobre las instrucciones contemporáneas de la censura
prusiana" y "Lutero como juez arbitral entre Strauss y Feuerbach". 42.
[67] Cajas de
ahorro. (Ed.)
[68] La
institución. (Ed.)
[69] Impuissance,
mise en action ("impotencia puesta en acción") expresión
tomada del libro de Ch. Fourier Théorie des quatre mouvements et
dcstinées générales, 1808, parte II, epílogo.
(Ed.)
[70] Tories
filántropos: grupo "Joven Inglaterra", integrado por hombres
públicos y literatos, que surgió a comienzos de la
década del 40 del siglo xix y pertenecía al partido Tory. Los
miembros de la "Joven Inglaterra" expresaban el descontento de la
aristocracia terrateniente por la intensificación del poderío
económico y político de la burguesía, y recurrían
a métodos demagógicos y a pequeñas dádivas a fin
de someter a su influencia a la clase obrera y utilizarla en su lucha contra
la burguesía.
En el Manifiesto del Partido Comunista, Marx y
Engels caracterizan las concepciones de este grupo como "socialismo feudal".
Ley de las 10 horas: proyecto de ley sobre la jomada de trabajo de 10
horas para las obreras y los jóvenes, aprobada por el Parlamento
inglés en 1847. 45.