Escrito: Escrita el 14 de
octubre de 1898.Enviada de Shúshenskoie a Podolsk. Se publica de
acuerdo con el manuscrito.
Publicado por primera vez: Publicada por primera
vez en 1929 en la revista Proletárskaia Revoliutsia,
núm. 5.
Fuente de esta edicion: Editorial Akal, Obras
Completas, Tomo 41
Html: Rodrigo Cisterna, 2014
14 de octubre.
Querida María Alexándrovna: En cuanto Volodia partió para Krasnoiarsk le escribí una carta detallada y otra a su regreso. Espero que usted haya recibido las dos cartas. Pero eso ya es cosa del pasado. Aquí ya es invierno. Nuestro río Shush se ha helado y hemos tenido nieve, pero se derritió. Hace bastante frío (5 grados), lo cual no le impidió a Volodia salir hoy a cazar liebres a las islas por todo el día; este año todavía no cazó una sola liebre. Se puso ropa de abrigo y no le hará mal tomar un poco de aire; en los últimos tiempos estuvo metido en sus "mercados" hasta la coronilla, escribiendo desde la mañana hasta la noche. El primer capítulo ya está terminado; a mí me ha parecido muy interesante. Hago el papel de un "lector no entendido" y tengo que juzgar si la exposición de los "mercados" es clara, tratando de ser lo más "no entendida" posible, pero no son muchas las fallas que puedo encontrar. Es muy raro que hasta ahora no tengamos noticias de Écrivaln respecto del libro; creemos que el libro se ha malogrado. En general, en estos últimos tiempos la correspondencia ha sido muy poca. Ayer nos reímos mucho; no hubo nada más que los diarios y mamá empezó a acusar al cartero de que se quedaba con las cartas, a nosotros de que le damos poca propina, a nuestros conocidos de ser unos egoístas, y luego otra vez a nosotros que mezquinamos darle dinero al cartero, mientras lo derrochamos. ¿Para qué fueron anteayer a lo de Kurnatovski? Únicamente para interrumpir su trabajo y comerse su almuerzo. La cosa terminó en que todos nos echamos a reír, y así hicimos desaparecer la desagradable sensación que sentimos al recibir pocas cartas. Fuimos a ver, en efecto, a Kurnatovski[1], que trabaja en una fábrica de azúcar, a veinte vertsas de aquí. Era domingo y hacía frío, pero el sol brillaba en un cielo azul magnífico; nos vestimos como si estuviéramos en pleno invierno; Volodia se puso la pelliza y las botas de fieltro y a mí me enfundaron en el abrigo "de la familia" que me tapaba hasta la cabeza. Kurnatovski estalla muy ocupado; no tiene días de descanso y trabaja doce horas diarias; realmente lo distrajimos de su trabajo, pero eso le hizo bien y realmente nos comimos su almuerzo. Visitamos la fábrica de azúcar y el director semostró extraordinariamente amable con los "ilustrados forasteros" (a pesar de que Volodia, con sus botas de fieltro y sus pantalones de abrigo, parecía el gigante de "Pulgarcito", y yo tenía el pelo todo revuelto por el viento), trató de justificar las malas condiciones en que tienen que trabajar los obreros, se puso a hablar sobre ese tema y llevó su amabilidad hasta el extremo de que, a pesar de su aspecto elegante y bien cuidado, le ofreció a Volodia un taburete, poniéndose a sacarle él mismo el polvo. Yo casi me echo a reír. Dentro de un mes Kurnatovski vendrá a visitarnos; y es posible que alguna vez vengan también Bazil y Tóniechka. No sé si Volodia le habrá escrito que tanto Bazil como Gleb han pedido que los trasladen a Nizhni-Udinsk donde les ofrecieron empleo como ingenieros. Ahora, por intermedio de los do Tesínskoie, utilizamos la biblioteca de Minusinsk, aunque es bastante mala. En general, tenemos suficientes libros. Aniuta me preguntó en una ocasión qué estoy haciendo. Estoy preparando un libro popular que quiero escribir, pero no sé qué resultará[2]. Esta, por así decirlo, es mi ocupación principal; luego me ocupo de un sinfín de cosas: estudio inglés, leo, escribo cartas, me intereso por los trabajos de Volodia, salgo a caminar, pego botones. :. Estamos viviendo como verdaderos dueños de casa: hemos rodeado la casa de estiércol, pusimos las dobles ventanas e hicimos una ventanita maravillqsa que se abre para airear la habitación, plantamos un jardín junto a la casa y lo rodeamos con un cerco. Tomamos una chica que ayuda a mamá en las tareas de la casa y hace los trabajos pesados. Gracias, querida María Alexándrovna, por su ofrecimiento de mandarnos cosas de tocador o para la casa. Pero no necesitamos ropa, pues antes de partir para Shush hicimos una reparación completa de nuestra ropa, y por lo que se refiere a las cosas para la casa, algunas las trajimos de Petersburgo y todo lo que necesitamos son utensilios de cocina como atizadores, tenacillas y agarraderas. Volodia también tiene de todo, no tenía camisas de dormir, pero en Krasnoiarsk compró tela, y las camisas ya están listas, pero no sé durante cuántos días no ha encontrado tiempo para probárselas. Volodia se asombra siempre de que yo tenga material para escribir cartas tan largas, porque él en sus cartas sólo escribe sobre cosas de interés humano general, mientras que yo escribo sobre pequeneces de todo tipo... Todavía estoy en deuda con Aniuta, pues no le respondí a una carta; que no se enoje conmigo, ,que no rezongue y que no lleve la cuenta de las cartas.
¿Cómo están todos ustedes? ¿Partió ya Manía? ¿Estaba muy excitada al partir? ¿Viajó sola o con los Mescheriákov? ¿Cómo se arregló el asunto de D. I.? ¿Consiguió autorización para vivir en Podolsk? ¿Están contentos con su viaje Aniuta y M. T.P Bueno, podría seguir preguntando hasta mañana. Saludos a todos; a usted y a Aniuta las beso fuertemente. Mamá les manda muchos saludos. Volodia puede escribir por sí mismo. Las beso fuertemente una vez más. ●
Suya, Nadia
¿Cuál es la dirección de Manía?
[1] Lenin y Kl'úpskaia hicieron ese viaje el 11 de octubre de 1898. (Ed.)
[2] Según parece se refiere al libro de Krúpskaia La mujer trabajadora, que escribió en Shúshenskoie. (Ed.)