Escrito: Escrito el 7 de mayo de 1991
Publicado por primera vez: Publicado en
Combattre pour le Socialisme, suplemento al nº 37, 15 de mayo de
1991, páginas 1-10 COMITÉ POUR LA CONSTRUCTION DU PARTI OUVRIER
RÉVOLUTIONNAIRE (POUR LA RECONSTRUCTION DE LA IVè
INTERNATIONALE)
Fuente Digital de esta edicion: Grupo
Germinal.
Transcripcion/html: Rodrigo Cisterna, marzo de
2014.
El Proyecto de informe político, presentado por los camaradas Seldjouk y Lambert, al Comité Central del 15 de septiembre para la apertura de la discusión preparatoria del XXXV Congreso de la sección francesa de la IV Internacional afirma:
"Somos la única organización que reúne su congreso cada 12 o 15 meses, de media una vez por año. ¿Qué significa esto? Trotsky nos enseñó que la periodicidad de los congresos es un criterio mayor de la democracia. En plena revolución y guerra civil, explicaba él, los bolcheviques reunían su congreso cada año, discutían libremente sobre la situación de la revolución, sobre las tareas políticas."
Más exactamente: los congresos y conferencia de las organizaciones que combaten por la reconstrucción de la IV Internacional son, o debería ser, momentos cruciales de su actividad. Esto mucho más cierto cuanto más rico es el desarrollo de la lucha internacional de clases. Ahora bien, nadie puede negar que en tres años, 1988, 1989 y 1990, se hayan producido gigantescos acontecimientos de alcance histórico. Por recordar sólo los principales: el potencia movimiento que se produjo en la parte este de Alemania, en los países de Europa del Este, en la URSS (sin omitir el movimiento de la juventud y de los trabajadores chinos); en sentido inverso, la intervención imperialista en el Medio Oriente. También, la Conferencia Mundial de las secciones de la IV Internacional) (Centro Internacional de Reconstrucción) debería haber tenido una particular importancia, un orden del día cargado y rico. Debería haber elaborado un conjunto de resoluciones y de textos fundamentales. Mucho más teniendo en cuenta que se realizó entre el 1 y el 3 de enero de 1991 y que la anterior conferencia se había producido tres años antes del 25 al 31 de enero de 1988.
Durante mucho tiempo hemos esperado estas resoluciones y textos para apreciarlos y, eventualmente, comentarlos. Pero, dejando a un lado la Resolución política adoptada por la Conferencia, que publicó Tribuna Internacional nº 59, enero de 1991, no ha aparecido nada, al menos públicamente. No se ha publicado ni una resolución, o ni una simple declaración, sobre el Medio Oriente de esta "Conferencia Mundial de las secciones de la IV Internacional-CIR", mientras que la intervención imperialista se iba a convertir, dos semanas más tarde, en una guerra abierta contra Irak y los pueblos de esta región del mundo. En todo y para toda esta conferencia ha producido una resolución de dos páginas. Es poco verosímil que se hayan elaborado otros textos y resoluciones. Teniendo en cuenta la importancia política del momento en que se produjo la conferencia, es necesario apreciar, sin esperar más, esta "Conferencia Mundial" de la "IV Internacional-CIR".
Tres años entre dos conferencia internacionales de "IV Internacional-CIR" es mucho tiempo: sobretodo en razón de la importancia de los acontecimientos de la lucha de clases en el curso de estos años. Se debería esperar, al menos, que durante la preparación y realización de la conferencia el 1, 2 y 3 de enero de 1991, la discusión sería larga y profunda. Nada de eso ha ocurrido. El número 58, de agosto-septiembre de 1990, de Tribuna Internacional publicó un "Informe sobre la situación política mundial. Proyecto adoptado en sus líneas generales por el Consejo General de la IV Internacional (CIR) del 18-22 de julio de 1990". Un informe "adoptado en sus líneas generales" y, seguramente, no escrito cuando fue adoptado. ¿Así es como se prepara seriamente y con claridad política una "conferencia mundial"? El mismo número de Tribuna Internacional publicó un "Informe de Pierre Lambert sobre la reproclamación de IV Internacional", informe que su autor pronunció oralmente en esta sesión de julio de 1990 del Consejo General y que éste, aparentemente, no votó. Esta desenvoltura política da testimonio de cierto desprecio hacia los miembros del Consejo General y, sobretodo, hacia las organizaciones miembros de "IV Internacional-CIR". Ningún boletín internacional de discusión se ha publicado. Todo lo más La Verité de noviembre de 1990 publicó "Elementos del informe del Secretariado Internacional de la "IV Internacional-CIR", que motivó "la crisis del Medio Oriente."
En fin, "conferencia mundial" que debería de haber analizado tres años de desarrollo internacional de una lucha de clases particularmente densa e importante, sacar las enseñanzas, trazar en consecuencia perspectivas políticas y definir la acción política de "IV Internacional-CIR ", conferencia que tenía, además, en su orden del día "la reproclamación de la IV Internacional", ha sido cerrada en tres días, el 1, 2 y 3 de enero. Ordinariamente un simple Consejo General dura cinco días: el último se realizó durante los días 18, 19, 20, 21 y 22 de julio. La conferencia anterior, que no se vio enfrentada a tan importantes acontecimientos de la lucha de clases, se desarrolló durante los días 15, 26, 27, 28, 29, 30 y 31 de enero de 1988, es decir durante siete días. Hay que añadir que hacer empezar un primero de enero una "conferencia mundial" no es muy acertado. Es de temer que para muchos delegados la sesión de la mañana se haya vista encadenada directamente con el cotillón.
Así, en prácticamente dos días y medio, la conferencia: escuchó los informes, los discutió; escuchó las respuestas; constituyó sus comisiones que se reunieron e informaron en sesión plenaria; discutió y votó la resolución; eligió al nuevo Consejo General. ¡Que stajanovismo político! Ciertamente, la "conferencia mundial", la "más alta instancia" de la "IV Internacional-CIR" fue pasada por debajo de la pierna, como una simple formalidad. Ello en el momento en que la dirección del PCI y de la "IV Internacional-CIR" afirma que es necesario "reproclamar" en breve plazo la IV Internacional.
Analicemos la "Resolución política adoptada por la Conferencia". Primera constatación: ni una palabra sobre la intervención y la guerra imperialista en el Medio Oriente. El punto uno estima: que el modo de producción capitalista en su estadio de podredumbre comporta las más gigantescas destrucciones de fuerzas productivas; que la burocracia "totalmente degenerada (sic) muestra con las más cegadora claridad su carácter de agente servil del imperialismo" (de lo que se podría deducir que hubo un tiempo en que ni fue "totalmente" ni incluso del todo "degenerada", pasemos).
A partir del punto dos comienzan las distorsiones. Según este punto: "El "Programa de Transición"… establece que la salida para salvara a la humanidad de la ruina y de la decadencia, de la opresión nacional y la explotación es el combate por la edificación de la República Universal de los Soviets" . No. El Programa de Transición no contiene esta consigna. No menciona ni la consigna de los Estados Unidos Socialistas de Europa. Deja otras cosas de lado. ¿Por qué? Porque no es el programa de la IV Internacional sino la parte de este programa que trata de "la movilización de las masas alrededor de las reivindicaciones transitorias como preparación para la toma del poder". Por el contrario afirma que es necesario:
"… un conjunto de reivindicaciones transitorias basadas en las condiciones y en la conciencia actual de amplios sectores de la clase obrera para hacerlas desembocar en una única conclusión final: la toma del poder por el proletariado."
En este mismo punto de la resolución hay una afirmación falsa: "La revolución social sustituirá a la propiedad privada por la propiedad social mediante la expropiación del capital" No. Como escribió Trotsky: "La propiedad privada debe pasar ineluctablemente por la estatización para convertirse en social." Sólo con un alto grado de desarrollo de las fuerzas productivas y cuando desaparezca el estado obrero, es decir, cuando sea posible realizar el socialismo, la propiedad se convertirá en social. (Ver La revolución traicionada). Este punto dos acaba con una frase que, a priori, parece curiosa:
"Este combate por la revolución social está estrechamente ligado al combate por la revolución política. Restablecer la democracia de los consejos equivale a restablecer, contra la burocracia, que ha transformado la propiedad del estado en medio de sojuzgamiento de los obreros, koljozes y nacionalidades, la propiedad social en su función liberadora de las cadenas de la opresión."
¡La propiedad estatal habría sido el medio de opresión que la burocracia habría utilizado contra los obreros, los koljozes y las nacionalidades! ¿Por el contrario, la "propiedad social", que no se define en que consiste, tendría una "función liberadora de las cadenas de la opresión"? Hasta ahora las organizaciones que defienden el programa de la IV Internacional contra el revisionismo defendían:
"La Unión Soviética salió de la Revolución de Octubre convertida en un estado obrero. La propiedad estatal de los medios de producción, esa precondición del desarrollo socialista, abrió la posibilidad de un rápido crecimiento de las fuerzas productivas" (Programa de Transición, Akal Editor, 1977, p. 48)
En cuanto a la degeneración de este estado obrero, al nacimiento de una burocracia parasitaria, a su crecimiento, a su "transformación en poderosa casta privilegiada", fue el resultado, según Trotsky, del asilamiento de la Revolución rusa, teniendo en cuenta que la economía de Rusia, ya considerablemente retrasada, fue devastada por cuatro años de guerra imperialista, tres años de guerra civil y que el proletariado resultó agotado y diezmado política y físicamente.
Una revolución política es, por tanto, necesaria para regenerar, prácticamente reconstruir sobre el plano político, el estado obrero. En breve, se trata de restablecer la verdadera dictadura del proletariado y no de establecer no se sabe qué "propiedad social". Pero aquí está, sin dudas, el meollo de la cuestión: los anarquistas, los anarcosindicalistas, otras corrientes de toda clase, los burócratas de FO y otras organizaciones denuncian sin ambages la dictadura del proletariado. Por el contrario, están dispuestas a pronunciarse a favor de una "propiedad social" indefinida e indefinible, dándole cada uno de ellos el contenido que le conviene.
El punto tres no es menos remarcable. So pretexto que las burocracias del Kremlin, China y de los países del Este "los PC del mundo entero que no son apéndices de la burocracia del Kremlin están a punto de hundirse", el papel político que han jugado y que continúan jugando queda empequeñecido. Queda reducido a nada o a casi nada. Así, puede leerse en este punto tres:
"La inapreciable ayuda que el estalinismo prestó al imperialismo, su crimen histórico, habrá sido ensuciar el comunismo"
He aquí a qué queda reducido el papel pasado y actual de la burocracia del Kremlin, de su aparato internacional, de las burocracias satélites, de la burocracia china y ello en la "Resolución política adoptada por la conferencia mundial de la IV Internacional-CIR". ¡¡¡¡Al "crimen histórico de haber ensuciado el comunismo" se reducen las terribles derrotas del proletariado mundial, los masivos asesinatos de pueblos enteros, de millones de trabajadores, de decenas de millares de militantes que la burocracia del Kremlin y su aparato internacional, que las otras burocracias, han organizado y cometido!!!!
Si se ha de creer este punto de la "resolución política adoptada por la conferencia":
"Los partidos de la II Internacional intentan, e intentaran, utilizar en su provecho el proceso de hundimiento de los PC. Agentes directos del imperialismo, los partidos de la II Internacional están llamados a jugar el primer papel en la defensa del "nuevo orden mundial" que Bush y Gorbachov pretenden edificar"
Esta resolución, después de haber engañado sobre el papel contrarrevolucionario del aparato internacional del Kremlin, "los PC del mundo entero", los hace desaparecer absorbidos en el seno de la II Internacional. Cita: "el PDS en Alemania, el Partido Socialista de Bulgaria". Una vez más: no. En crisis, la burocracia del Kremlin subsiste. En crisis, los partidos de su aparato internacional subsisten. El ex-SED de la ex-RDA ha cambiado de etiqueta, se ha bautizado como PDS. El ex-PCB de Bulgaria ha cambiado su denominación, se denomina PSB. El ex-PCI de Italia se ha maquillado y se llama ahora PDG. Siguen siendo partidos estalinistas en el sentido en que están ligados y subordinados al Kremlin, al igual que el PCF, el CP portugués, el PC español, etc., etc. La crisis de la burocracia del Kremlin se expresa en el interior de estos partidos. Pero eso es otra cosa. Al igual que la burocracia del Kremlin, estos partidos continúan jugando un papel contrarrevolucionario primordial, en el plano internacional y nacional.
Ejemplo: han sido, especialmente el PCF, un elemento esencial de apoyo a la intervención y la guerra imperialista contra Irak y el Medio Oriente utilizando el viejo artificio del "pacifismo". La socialdemocracia es, ciertamente, un agente directo del imperialismo. Pero ello no disminuye la importancia de la acción contrarrevolucionaria del aparato internacional del Kremlin, "los PC del mundo entero".
Pero la necesidad carece de ley. La dirección del PC y de la "IV Internacional-CIR" debe "justificar": su participación en Francia en el "Llamamiento de los 75" que se sitúa plenamente en la línea del PCF que éste controló por completo; la participación en otros países de organizaciones miembros de la "IV Internacional-CIR" en reagrupamientos y "acciones" del mismo tipo. Verosímilmente, otros reagrupamientos con los mismos compañeros, otras acciones llevadas a cabo junto a ellos, se realizarán. De aquí la necesidad de empequeñecer la acción contrarrevolucionaria del aparato internacional del Kremlin, de hablar de él prácticamente en pasado y centrar todo en "los partidos de la II Internacional". Se quiera o no, este juego de manos exhala olor a pablismo.
Del punto cuatro nos fijamos en:
"Los que se reclaman de la IV Internacional se constituyeron a partir de 1950-53 en dos campos que luchan sobre la base de programas, métodos y tradiciones diferentes, lo que no significa que en el seno de la IV Internacional (CIR) no se hayan producido reagrupamientos orientándose hacia el revisionismo (Broué, Favre, Roch Denis) o, a la inversa, que en el seno del SU, militantes, grupos y corrientes no hayan buscado orientarse hacia el trotskysmo"
El SU y la "IV Internacional-CIR" no constituyen, o no deberían constituir, "dos campos". El SU se sitúa, usurpando el nombre de la IV Internacional, al lado de la burguesía, del imperialismo, de las burocracias parasitarias y contrarrevolucionarias. "IV Internacional-CIR" debería situarse totalmente del lado del proletariado. Deberían estar separadas por una frontera de clase y no simplemente "constituir dos campos".
Escribir "son dos programas los que se oponen irreductiblemente" es idealizar al pablismo. Menos aún que las burocracias parasitarias, que el aparato internacional de la burocracia del Kremlin, los pablistas, el SU, no tienen "programa". Practican una política empirista de guarda flancos de los aparatos estalinista y socialdemócrata.
En cuanto a Broué, Favre, Roch Denis y otros más (Cambadélis, por ejemplo) ¿por qué no decir que fueron los más ardientes partidarios de la exclusión, en 1984, de los militantes que, hoy en día, son miembros del "Comité por la construcción del Partido Obrero Revolucionario (la reconstrucción de la IV Internacional)", lo que fue una evidente manifestación de su tendencia a orientarse "hacia el revisionismo"?
Pero, ¿por qué fabricar de nuevo la seudocita siguiente: "la burocracia estalinista, en los siglos de transición, se ve obligada a construir el socialismo a su manera"? Nunca los pablistas escribieron esto en 1950-53. Habría sido demasiado claro.
Pablo explicaba en su informe ante el 10º pleno:
"La evolución de la situación objetiva actúa actualmente (y este proceso irá ampliándose, con la evolución hacia la guerra y la misma guerra) sobre toda tendencia obrera de masas… Contra la tendencia oportunista derechista y por la transformación en centrismo."
En "¿Hacia dónde vamos?", escribía:
"Quienes desesperan sobre la suerte de la humanidad porque el estalinismo aún se mantiene e incluso logra victorias, reducen la historia a su medida. Hubiesen querido que todo el proceso de transformación de la sociedad capitalista en socialismo se cumpliese en los plazos de su corta vida, a fin que pudiesen ver recompensados sus esfuerzos por la revolución. En cuanto a nosotros, reafirmamos lo que escribimos en el primer artículo que consagramos a la cuestión yugoslava: esta transformación ocupará probablemente UN PERÍODO HISTÓRICO ENTERO DE ALGUNOS SIGLOS QUE SERÁ OCUPADO ENTRE TIEMPO POR FORMAS Y REGIMENES TRANSITORIOS ENTRE EL CAPITALISMO Y EL SOCIALISMO (resaltado por nosotros), necesariamente alejados de formas "puras" y de normas".
Pero en este mismo artículo afirmaba:
"la obsesión con la "dominación mundial del estalinismo" es propia de gentes que son incapaces de darse cuenta, carentes de una comprensión teórica correcta del estalinismo, de que las contradicciones inherentes a la naturaleza de éste, lejos de calmarse y eliminarse a medida que se expande, se reproducen en realidad a una escala siempre más grande y provocarán su estallido. Y esto de dos formas: por los contragolpes de las victorias anti-capitalistas en el mundo y en la misma URRS, estimulando la resistencia de las masas a la burocracia; por la eliminación a la larga de la razones objetivas de la burocracia, de toda burocracia, a medida que el régimen capitalista retrocede y que una parte cada vez más grande y económicamente más importante escapa de su control y se organiza en economía estatizada y planificada favoreciendo la pujanza de las fuerzas productivas". (Les Congrès de la IVè Internationale, tome 4, primera cita página 41, segunda cita página 37).
Toda esta literatura es revisionismo ya que:
*si un "período histórico entero" que durará "algunos siglos" separa el capitalismo del socialismo en el que existirán "formas transitorias" … "necesariamente alejadas de las formas "puras" y de las normas", entonces estos regimenes serán regimenes burocráticos históricamente necesarios. En consecuencia las burocracias que estarán en el poder constituirán verdaderas clases sociales ejerciendo una función históricamente progresiva que el proletariado es incapaz de asumir;
*la afirmación según la cual la burocracia del Kremlin estallará no es más que polvo en los ojos. ¿Por qué estallarán las burocracias si cumplen funciones necesarias? Aún queda otra tesis revisionista, que a largo plazo el desarrollo de las fuerzas productivas las hará desaparecer progresivamente.
El revisionismo, sobre todo cuando se desarrolla en las cúpulas de organizaciones que se reclaman de la IV Internacional, avanza siempre oculto y arropado por frases, incluso por discursos, "trotskystas", al menos mientras le es posible.
El punto seis pretende que "en la conferencia de Londres en 1966 planteamos la cuestión de la reproclamación de la IV Internacional". No es exacto. En esta conferencia, el debate se centró sobre: ¿hay que reconstruir la IV Internacional o proclamar: nosotros somos la IV Internacional? La prueba: tras haber paralizado el "Comité Internacional de la IV Internacional" durante diversos años, la dirección de la "Socialist Labor League" lo hizo estallar en 1971. En nada tenía más prisa que en proclamar su pequeño grupo internacional: IV Internacional. Los puntos cuatro, cinco y seis formulan inexactitudes que dan testimonio de la ligereza con la que ha sido redactada y votada la "resolución política adoptada".
El punto siete comienza con una afirmación que no se corresponde con la realidad:
"El movimiento obrero mundial entra en un período de confusión y recomposición"
Primero, no se trata sólo de "confusión" sino de un proceso de dislocación y de descomposición. Por otra parte, no hay sincronización entre el proceso de dislocación y descomposición y el de recomposición. Pero forzar la realidad así le es necesario a los dirigentes de la "IV Internacional-CIR" para intentar acreditar que la conferencia de Barcelona, sobre la que volveremos, reagrupó a una "nueva vanguardia" cuando, en lo esencial, reunió a escorias del "movimiento obrero y democrático".
Notemos, de pasada, esta inversión de las relaciones:
"La IV Internacional de acuerdo con el programa ha establecido que no es posible reformar los partidos de la II Internacional, que no es posible reformar los PC, y que el SU, habiéndose convertido en un centro revisionista liquidador, no es rectificable."
No. Es lo contrario: el programa resulta del análisis del desarrollo de la lucha de clases, de la naturaleza de las organizaciones socialdemócratas y estalinistas, de aquí se deduce la necesidad de construir la IV Internacional. La lucha de clases y sus múltiples expresiones están en el origen del programa de la IV Internacional y no a la inversa.
Esta falsificación se repite una vez más:
"El Programa de Transición es el programa de la IV Internacional."
No. Es una parte del programa de la IV Internacional. El programa de la IV Internacional integra todas las conquistas teóricas y políticas de las I, la II y la III Internacionales así como, especialmente, los cuatro primeros congresos de la Internacional Comunista, Trotsky lo escribió a propósito del Programa de Transición:
"Señalo que no se trata del programa de la IV Internacional. El texto no contiene ni la parte teórica, es decir el análisis de la sociedad capitalista y de su estadio imperialista, ni el programa de la revolución propiamente dicha. Se trata de un programa de acción para el período intermedio." (Oeuvres, Publications de L'Institut Léon Trotsky, Grenoble, tomo 17, p 135)
Al Programa de Transición le falta: la realización de la dictadura del proletariado y sus tareas; consignas como la de los Estados Unidos Socialistas de Europa y la de República Universal Soviética Socialista. No está en él la marcha hacia el socialismo.
El punto ocho de esta resolución pretende que se trata de "combatir por la construcción de partidos obreros independientes". Pero ¿cómo se expresa la independencia de un partido en relación con la burguesía, con la burocracias parasitarias, con cualquier organización que les esté ligada, si no es por su programa que: "basadas [sus consignas transitorias] en las condiciones y en la conciencia actual de amplios sectores de la clase obrera para hacerlas desembocar en una única conclusión final: la toma del poder por el proletariado. "?
Este punto ocho declara:
"Las tareas por la reproclamación de la IV Internacional sobre la línea de la conferencia abierta por la internacional obrera están ligadas, necesariamente, a la libertad de discusión y de crítica, incluyendo la de la IV Internacional con y entre militantes, grupos, tendencias y organizaciones independientes que surgen y surgirán del interior del movimiento obrero."
Concluye:
"Para ayudar a estos procesos, que serán necesariamente largos y contradictorios, será necesario reproclamar la IV Internacional. Igualmente para diferenciarse del SU revisionista y de todos los falsarios."
Extrañas consideraciones. La "reproclamación" de la IV Internacional es una exigencia que data del mismo momento en que el pablismo la dislocó. "Diferenciarse del SU revisionista y de todos los falsarios" no necesita esperar a la "reproclamación" de la IV Internacional. La posibilidad de "reproclamar" la IV Internacional depende de la derrota, o incluso de la derrota irremediable, inflingida al revisionismo, de la reconstitución de un marco internacional sólido, de una dirección que haya adquirido una gran madurez política y una homogeneidad real, del enraizamiento en el proletariado de al menos algunas de sus secciones. Desgraciadamente "IV Internacional-CIR" no lo ha logrado.
La conclusión del punto nueve, que es también la conclusión de la "Resolución política adoptada por la conferencia", aclara lo que los dirigentes del PCI y de la IV Internacional-CIR entienden por "reproclamación de la IV Internacional".
"Proponemos, sobre la base del balance de la IV Internacional desde 1938, que se convoque la Conferencia Mundial de la IV Internacional, incluyendo a todo grupo u organización independientes, que, aunque no sitúen su acción sobre el programa de la IV Internacional, se declaren dispuestos a discutir sobre la reproclamación de la IV Internacional."
Es increíble. Serán invitados a participar en la "Conferencia Mundial", deberán reproclamar la IV Internacional, grupos y organizaciones denominados independientes, que "no sitúen su acción sobre el programa de la IV Internacional". Serán invitados a participar en su "reproclamación", sus dirigentes a convertirse en miembros de su dirección. En el interior de la "IV Internacional" reproclamada, habrá militantes de los grupos y organizaciones pretendidamente independientes que se opondrán a la constitución de todo estado obrero, al establecimiento de la dictadura del proletariado, a la estatización de lo esencial de los medios de producción, etc. Igualmente habrá militantes de otros grupos y organizaciones, pretendidamente independientes, que se sitúan sobre el terreno de un "reformismo" de colores sólidos, opuesto por principios a la revolución proletaria, pretendiendo que la sociedad y el estado burgueses son perfectibles hasta el punto en que el socialismo será establecido y que están próximos al parlamentarismo y a la democracia burguesa.
Entre los dirigentes de esta "IV Internacional" new-look, habrán gentes del género de Mamadou Dia y Monja Joana, ex-presidente del partido Momima (Movimiento Nacional por la Independencia de Madagascar) de celebre memoria y en los que Lambert depositó tantas esperanzas. Naturalmente en su dirección estará Moisés Moleiro, vicepresidente de la Asamblea Nacional de Venezuela (cuya mayoría está compuesta por diputados miembros del partido del masacrador, en febrero-marzo de 1989, de la población trabajadora de este país, Carlos Andrés Pérez) lo que es, no lo dudamos, una prueba de su independencia ante el estado burgués venezolano. ¿Pero Moisés Moleiro no es un dirigente del MAS-MIR que se pronunció en febrero-marzo de 1989 a favor del "reestablecimiento del orden"?
En nombre de la "reproclamación de la IV Internacional", "IV Internacional-CIR" será liquida y la IV Internacional asesinada. He aquí a qué lleva esta "resolución política adoptada por la conferencia mundial de "IV Internacional-CIR"". Como se puede constatar, el revisionismo liquidador se maquilla siempre. Finalmente, la "conferencia mundial" no tenía necesidad de reunirse durante más de dos días y medio para llevar a la "IV Internacional-CIR" tan lejos en la vía de un revisionismo liquidador no menos destructor que el pablismo. No ha sido más que el preludio a la "Conferencia Mundial
Abierta por la Internacional Obrera" que se realizó, también en Barcelona, pero "los días 3, 4, 5 y 6 de enero de 1991" cuyo análisis recoge la cosecha de la orientación adoptada el 1, 2 y 3 de enero. Pero, viendo las fechas, queda claro que la "Conferencia Mundial de las secciones de la IV Internacional-CIR" sólo se realizó durante un día y medio. Los delegados a esta conferencia, los dirigentes de "IV Internacional-CIR" participaron todos en la "Conferencia Mundial Abierta por la Internacional Obrera". A no ser que posean el don de la ubicuidad, si participaron el 3 de enero en la segunda conferencia no pudieron participar el mismo día en la primera.
En la "Conferencia Mundial Abierta por la Internacional Obrera" habrían participado "182 delegados y observadores representando a 90 grupos, partidos y organizaciones". Hace ya mucho tiempo que los pablistas y otros han utilizado este género de inflación para hacer creer en su representatividad. Pasemos. Si esta conferencia hubiese sido realmente representativa, ello no cambiaría en nada su naturaleza. La "Presentación" es ya muy edificante. Puede leerse:
"Los orígenes de las corrientes, militantes, grupos y organizaciones representados en Barcelona, cubre todo el abanico de las corrientes existentes en el movimiento obrero y democrático".
"¿El movimiento obrero y democrático"? Es una mezcla, una tentativa de colocar en el mismo plano al movimiento obrero y a las organizaciones denominadas "democráticas" de todo género. A una definición de clase, "el movimiento obrero", se le yuxtapone una simple palabra "democrático" que borra la frontera de clases. El campo está abierto a la colaboración con los partidos, organizaciones, movimientos que, en nombre de la "democracia", practican la colaboración de clases, se sitúan sobre el terreno de la burguesía, e incluso con "militantes, grupos y organizaciones" burgueses y pequeño burgueses, puesto que estos se reclaman de la "democracia". Casi siempre el revisionismo debe avanzar, en el seno de las organizaciones de la IV Internacional, sembrando la confusión. Clarifiquemos. "El movimiento obrero y democrático" es lo que comúnmente se llama "la izquierda". En lugar de "todo el abanico de las corrientes existentes en el movimiento obrero y democrático" es preciso leer "todo el abanico de las corrientes existentes en la izquierda."
Su "Presentación" nos informa que "la Conferencia Mundial Abierta de Barcelona ha rechazado fijar el proceso naciente". En leguaje claro: "la conferencia mundial" ha evitado responder a las cuestiones esenciales que el proletariado tiene que resolver. En efecto, esta conferencia ha tenido la particularidad de no pronunciarse sobre la mayor parte de las resoluciones que le han sido "presentadas": ha "tomado nota". Lo mismo para: las resoluciones que han sido sometidas a la consideración de las comisiones América Latina, África, Europa, mujeres trabajadoras, sobre la defensa de las libertades democráticas y la lucha contra la represión: la resolución por una campaña internacional por la liberación de todos los prisioneros políticos en China, por la realización en Hong-Kong de un mitin internacional del movimiento obrero contra la represión en China; de un llamamiento a los trabajadores del mundo entero.
Una lluvia de "declaraciones" cayó sobre esta "Conferencia Mundial": "de militantes de los Estados Unidos"; "de delegados de las últimas colonias francesas a la Conferencia Mundial Abierta"; "de militantes del este de Europa y de China (en el exilio)"; una "declaración común de Pierre Lambert (Francia) y Yann Selene Uregei (Nueva Caledonia); "de sindicalistas participantes en la Conferencia Mundial de Barcelona"; "de anarcosindicalistas participando en la Conferencia Mundial Abierta de Barcelona"; "sobre la muerte de Tahar Bendin"; "una carta de Ana Santander"; etc., etc..
En fin, el "Boletín de la Conferencia Mundial Abierta por la Internacional Obrera" número 1 publica un curioso texto titulado: Contribución de síntesis de los documentos preparatorios de la Conferencia Mundial abierta de Barcelona. No se dice en él nada de lo que paso con ellos.
Las únicas "Resoluciones adoptadas por la Conferencia" son:
*un Manifiesto contra la guerra y la explotación
*la constitución de un Comité Permanente
*una Resolución sobre la campaña contra la guerra en el Golfo
*un Llamamiento de los diputados
*un Llamamiento a los jóvenes del mundo
*una Declaración final
IO ha puesto de relieve El manifiesto contra la guerra y la explotación. Es, pues, la pieza maestra que la "conferencia mundial abierta" de Barcelona adoptó. Es indispensable detenerse en él. Está fechado el 3 de enero: es decir que fue adoptado dos semanas antes de la intervención imperialista en el Medio Oriente transformada en guerra abierta contra Irak y los pueblos del Medio Oriente. "El manifiesto" afirma "estamos contra la guerra, los pueblos y los trabajadores del mundo entero estamos contra la guerra". Le siguen algunas consideraciones. Pero, sorpresa, en este "Manifiesto contra la guerra" no se hace mención, explícitamente, de la intervención imperialista en el Medio Oriente ni de la próxima guerra contra Irak y los pueblos del Medio Oriente. Con mucha más razón no es cuestión de combatir incondicionalmente al lado de Irak y por la derrota de la coalición imperialista. Evoca la guerra en general, así, sin concretar, cuando una guerra concreta, imperialista por una parte y de defensa, a justo título, por la otra, está próxima.
De la misma manera está escrito enseguida:
"...nos pronunciamos en primer lugar a favor de la supresión de los presupuestos militares y por la afectación de estas sumas a obras de paz y de primera necesidad. Nos pronunciamos a favor del desmantelamiento de todas las bases militares en el mundo".
¿Se puede caer hasta tal nivel político, hasta un pacifismo pequeño burgués tan lamentable? La guerra imperialista es el resultado de las contradicciones del modo de producción capitalista llegado a su estadio superior. Pronunciarse "a favor de la supresión de los presupuestos militares", "a favor del desmantelamiento de todas las bases militares en el mundo" y, ¿Qué son "obras de paz y de primera necesidad"?, no es más que humo, baratijas de épocas pasadas. En fin, ¿quien va a "afectar estas sumas estas obras"? ¿Los gobiernos burgueses? ¿Por intermediación de la Cruz Roja y de la Media Luna Creciente Roja o tal vez mediante otras organizaciones "caritativas"? Este énfasis "pacífico" va en el sentido del desarme político de la población trabajadora y de la juventud. Por otra parte, los trotskystas no están contra todas las guerras, están a favor del apoyo a las guerras que puedan realizar los pueblos coloniales y semicoloniales contra el imperialismo, a favor del apoyo a las guerra revolucionarias, su línea política es: si quieres la paz prepara la revolución. Sólo si la clase obrera toma el poder en cada país, liquida al régimen capitalista, si se realizan los Estados Unidos Socialistas de Europa, la República Universal Soviética Socialista, el socialismo, estará asegurada la paz.
El Manifiesto contra la guerra y la explotación finaliza con rimbombantes frases:
"Afirmamos nuestra confianza en la capacidad de los trabajadores del mundo entero para liberarse de las cadenas de la explotación y la opresión, en su capacidad para edificar un mundo en el que la colaboración harmoniosa entre las naciones y los trabajadores substituirá a este mundo de barbarie que aumenta cada día más.
Gobiernos ¡temed la revuelta de los pueblos! ¡Abajo la guerra!"
Estos redobles de tambores quieren hacer aceptar los camelos de este Manifiesto contra la guerra y la explotación. Con toda evidencia emana de una asamblea en la que filisteos (como les llamaba Trotsky) pequeño burgueses; de organizaciones y reagrupamientos alimentados por mentiras y trampas de los aparatos traidores al proletariado; de formaciones burguesas y pequeño burguesas "democráticas"; los vaticinios de grupúsculos anarquistas o anarcosindicalistas, han dado el tono. Ahora bien, es la dirección del PCI y de la "IV Internacional-CIR" la instigadora, la fuerza motriz, la organizadora de esta "conferencia mundial abierta por la Internacional Obrera". Puede medirse con ello su irremediable degeneración. Ya no tiene nada que envidiar al pablismo.
Sin embargo es difícil esquivar completamente la intervención y la amenaza de guerra imperialista en el Medio Oriente. Una resolución de cuatro líneas y dos consignas ¡y zanjado el asunto! Las dos consignas son: "¡No a la guerra! ¡Retirada inmediata de las tropas!". Ninguna toma de posición contra la ONU, contra sus resoluciones que decretan el embargo y el bloqueo contra Irak, que exigen su retirada de Kuwait, su capitulación, "reparaciones", etc... Nada tampoco sobre el necesario Frente Único de las organizaciones obreras, especialmente sindicales, para hacer triunfar estas exigencias, organizar el boicot a la preparación de la guerra y de la guerra imperialista contra Irak y los pueblos del Medio Oriente. Como máximo es una hoja de parra, un "string" político en cuatro líneas y dos consignas.
Pero también hay el "Llamamiento de los diputados". Además de que no ha sido adoptado por la conferencia, aunque haya sido incluido en la rúbrica "resoluciones adoptadas por la conferencia", de que sólo lo han firmado los elegidos que participaron en ella, este llamamiento no hace otra cosa más que reproducir el famoso "juramento del 7 de diciembre contra la guerra en el Golfo". El "Comité por la construcción del Partido Obrero (la reconstrucción de la IV Internacional)" analizó este documento en el suplemento a Combattre pour le Socialismo nº 36, fechado el 19 de marzo de 1991 y titulado: "La política de la dirección del PCI y la agresión imperialista en el Medio Oriente":
"'Los 75' hacen adoptar un texto que substituye la conciencia de clase del proletariado y su organización por la conciencia y el compromiso individual, por una cierta "moral pacifista" propia a "mujeres, hombre y jóvenes amantes de la paz". La lucha de clases del proletariado se ve reemplazada por un "juramento" (¿sobre el honor o sobre la Biblia?) que no es más que una baladronada ("si desatan las hostilidades, inmediatamente y en todo lugar, nosotros nos lanzaremos a la calle para hacer escuchar nuestra cólera"). Todo salpimentado por la ilusión reformista sobre "la paz justa y duradera". La ilusión pequeño burguesa anega y destruye las más fundamentales enseñanzas de más de un siglo y medio de lucha revolucionaria: "si quieres la paz, prepara la revolución"; sólo la victoria de la revolución proletaria mundial (lo que no es el pacifismo) y la construcción del socialismo asegurarán "una paz justa y duradera".
El "juramento" concluye con otra baladronada políticamente desarmante. "No habrá guerra" y finalmente acusadora "Los pueblos unidos y solidarios no lo permitirán". Lo que viene a decir: si a pesar de todo hay guerra será porque los pueblos no están unidos o no son solidarios, son, por tanto, responsables." … AL "LLAMIENTO A LOS JÓVENES DEL MUNDO"
"El llamamiento a los jóvenes del mundo"
"La guerra amenaza. Los que la preparan, Bush, Gorbachov, Mitterrand, etc… dicen que ellos defiende el "orden mundial". Pero ¿de qué "orden mundial" se trata?"
Más arriba este "llamamiento" cita algunos de los males que golpean a la juventud. De la expedición imperialista, de la guerra imperialista en el Medio Oriente que se aproxima, no dice ni una palabra.
""El orden mundial" a que aspiran los jóvenes del mundo entero es el de la justicia y el del trabajo, el de la paz y la libertad, de la igualdad de derechos y del fin de toda opresión. La democracia a que aspiran los jóvenes del mundo entero no puede existir sin la garantía de un salario decente, sin el derecho a la educación, sin el derecho de los pueblos a disponer de ellos mismos.
Jóvenes, preparemos todos juntos la jornada internacional de lucha de toda la juventud. Por la democracia, por el derecho a la educación, al trabajo, por la paz. Para coordinar el conjunto de nuestras iniciativas e intercambiar todas nuestras experiencias, nosotros, jóvenes de la URSS, de Alemania, de Argelia, de África, Francia, España, Suiza, América Latina, Palestina, decidimos constituir un comité internacional de correspondencia".
Sobre la necesidad de la revolución proletaria, del socialismo, sobre el papel de la juventud y de una organización revolucionaria de la juventud, ni una palabra.
La "Declaración final" confirma que el "Manifiesto contra la guerra y la explotación" es, sin lugar a dudas, el texto central y esencial de la conferencia ya que en ella está escrito: "Os damos a conocer los resultados de nuestros trabajos y en primer lugar el "Manifiesto contra la guerra y la explotación" adoptado por los delegados de 53 países representados"
De la expedición imperialista, de la próxima guerra imperialista en el Medio Oriente, ni una palabra.
"Decidimos constituirnos en Entente internacional de los trabajadores"
Pero esta "entente internacional" será muy liberal. No deberá "apoyarse en las prerrogativas (sic) de las organizaciones políticas y sindicales de las que (sus participantes) sean miembros o que constituyan".
"Decidimos, pues, la edición regular de un boletín internacional de discusión, abierto a todas las corrientes y organizaciones independientes, titulado "Boletín de la Conferencia Mundial Abierta por la Internacional Obrera"
La "Declaración final" termina, como es debido, así:
"¡Proletarios de todos los países, uníos!
La emancipación de los trabajadores será obra de ellos mismos"
Y la jugada está hecha.
Las "resoluciones de las comisiones" no adoptadas por la conferencia sino sólo "registradas" no las analizaremos. Pero algunas consideraciones son necesarias a propósito de algunas de ellas. En la "Declaración común de Pierre Lambert (Francia) y Yann Uregei (Nueva Caledonia)", sólo falta lo esencial: la exigencia de la retirada del ejército, de todas las fuerzas represivas y de la administración francesa sin lo cual no hay independencia para el pueblo kanako; el indispensable combate por el Frente Único de las organizaciones obrera francesas, de los partidos y principalmente los sindicatos, en su interior (especialmente en FO), para que se pronuncien y luchen por la independencia del pueblo kanako, ni se menciona.
La siguiente parte de la "Declaración de los anarcosindicalistas participantes en la Conferencia Mundial Abierta de Barcelona" es remarcable:
"En tanto que anarcosindicalistas, los abajo firmantes ponen fraternalmente en guardia a los militantes de todas las tendencias sobre los peligros que representan las ilusiones alimentadas sobre el papel y el lugar del estado que no puede, de ninguna manera, ser considerado como un medio ni tan siquiera transitorio de emancipación de los trabajadores que, en cualquier caso, será la obra de ellos mismos. Barcelona, 6 de enero de 1991"
Han firmado esta declaración: Francisco Henares, Rafael Henares, Hector Álvarez (Barcelona, España); Alexandre Hébert (Nantes, Francia); Joaquin Salamero (Burdeos, Francia); Andreï Issaiev, Cyrill Bouketov (Moscú, Unión Soviética).
Esta declaración tiene, por lo menos, la ventaja de ser clara: los anarcosindicalistas se pronuncian contra todo estado, incluso contra la formación de un estado obrero; en consecuencia: contra toda toma del poder por el proletariado organizándose en clase dominante; contra la dictadura del proletariado; contra la estatización de los medios de producción. Ponen en guardia contra lo que es el eje del programa de la IV Internacional, contra este programa. No es por casualidad que han utilizado la redacción "el estado no puede, de ninguna manera, ser considerado como un medio ni tan siquiera transitorio de emancipación de los trabajadores". Los dirigentes de "IV Internacional-CIR" y del PCI se callan so pretexto de no imponer a sus partenaires el Programa de Transición.
He aquí quién remite al punto final de la "Resolución política adoptada por la Conferencia Mundial de IV Internacional-CIR", el punto nueve. Este tipo de militantes, de organizaciones, de grupos, serán invitados a participar en la conferencia que deberá "reproclamar" la IV Internacional y serán invitados a pertenecer a su dirección. No es sólo una posibilidad, es una certeza: Alexandre Hébert, por ejemplo, forma parte, desde principios de los años 70, del Comité Central y del Buró Político del PCI.
La lucha por la reconstrucción de la IV Internacional puede, e incluso debe, ciertamente pasar por la acción e iniciativa políticas de cara a la realización de una o varias "conferencias abiertas" y por la realización de tales conferencias. En un número especial de Combattre pour le Socialisme, fechado el 5 de marzo de 1988, dirigido a "los militantes de "IV Internacional-CIR y del PCI", haciendo el balance de la "Conferencia Mundial de las secciones de la IV Internacional-CIR" que se había producido del 25 al 31 de enero de 1988, el Comité por la Construcción del Partido Obrero Revolucionario (por la reconstrucción de la IV Internacional) escribía:
"La táctica de la "conferencia abierta" nunca ha sido tan necesaria para reconstruir la IV Internacional. Es necesario que sea aplicada correctamente, que no sea una pretexto para liquidar el programa de transición y para una política que renuncie a la reconstrucción de la IV Internacional, que destruya "IV Internacional-CIR". Exige e implica:
-Defensa de "IV Internacional-CIR" y lucha por su enderezamiento político y organizativo
-Ningún abandono de lo que debería ser el eje de "IV Internacional-CIR": la reconstrucción de la IV Internacional
-Propuestas de campañas políticas en el plano nacional e internacional por acciones de Frente Único, que sólo son acciones de Frente Único si son acciones de masas sobre puntos, reivindicaciones y consignas concretas. La lucha por el FU debe realizarse dirigida a todas las organizaciones del movimiento obrero, partidos y sindicatos, hayan roto o no con el estalinismo, la socialdemocracia o la burguesía. En el FU, cada organización conserva su independencia política y defiende su propia política. Desde este punto de vista, es necesario caracterizar la conferencia de Caracas. No ha sido la expresión de un Frente Único de este tipo sino una conferencia completamente controlada por la burocracia castrista, los estalinistas, las diversas variantes criptoestalinistas, como lo prueban las resoluciones de la Conferencia de Caracas. El MIR y Moises Moleiro, que han sido los organizadores, no sólo en el plano material sino igualmente en el político, están, por otra parte, estrechamente ligados a los castristas.
En ningún caso la "IV Internacional-CIR" no puede renunciar a construirse y a construir sus secciones, ya sea construyendo sus propias organizaciones nacionales y organizándose en fracción los miembros y partidarios de la IV Internacional en las organizaciones en las que entren. Esto no excluye, de ninguna manera, fijarse el objetivo de ganar para la IV Internacional a las organizaciones y a la dirección de estas organizaciones en el caso en que sean organizaciones que hayan roto con la burguesía, con el estalinismo, con los movimientos nacionalistas burgueses y pequeño burgueses, que se encaminen hacia la construcción de partidos y de una internacional revolucionarios y que estén a la búsqueda de un programa que lleve a la revolución proletaria. Esto no excluye, evidentemente menos aún, acuerdos políticos determinados con las direcciones de estas organizaciones. Pero cada vez y en cada momento son indispensables análisis concretos de estas organizaciones y de sus políticas. De todas formas, "IV Internacional-CIR", sus organizaciones o fracciones nacionales, deben definir su política, hacerla pública (publicaciones) y defenderla.
La "IV Internacional-CIR" no tiene que precipitar la constitución de una pretendida "internacional obrera" que no sería ni incluso el "Buró de Londres". Toda propuesta concreta para reunir una "conferencia abierta" exige previamente un análisis concreto de las organizaciones a las que "IV Internacional-CIR" puede o podría dirigirse, de sus orígenes, su historia política, su programa y su orientación. La perspectiva de una "conferencia abierta" debe ser trazada en relación con la constitución de organizaciones realmente en ruptura o en vías de ruptura con la burguesía, con las burocracias parasitarias, con las organizaciones nacionalistas burguesas o pequeño burguesas (ejemplo, AZAPO). Debe ser propuesta sobre las bases ya definidas en 1973 y en 1977. "IV Internacional-CIR" debe decir: he aquí el programa de transición, nuestra apreciación del período actual, nuestra política. ¿Cuál es la vuestra? IV Internacional-CIR" en tanto que tal debe tomar eventualmente la iniciativa de una propuesta de conferencia abierta si considera que pueden reunirse las condiciones e impulsar su realización. Aunque toda "conferencia abierta" no debe necesariamente llevar a formar una "Internacional Obrera Revolucionaria", que el resultado de tal conferencia pueda ser sólo la constitución de una entente o coordinación internacional sobre un conjunto de posiciones precisas, "IV Internacional-CIR" debe expresar y defender en ella el programa de transición y su política, con mucha más razón cuando el objetivo de tal conferencia sea constituir una Internacional Obrera Revolucionaria.
Los dirigentes de "IV Internacional-CIR" del PCI pretenden que (el programa de transición es el programa de la IV Internacional) porque quieren hacer creer que no se le puede proponer y, eventualmente, hacer adoptar a militantes y organizaciones que están rompiendo con el imperialismo, con las burocracias parasitarias, con las organizaciones nacionalistas burguesas o pequeño burguesas, y orientándose hacia la construcción de una Internacional Obrera Revolucionaria, que necesitan, por tanto, un programa y una política. Es lo contrario. El Programa de Transición tiene sus orígenes en la necesidad de los trotskystas franceses que entraron en 1934 en la SFIO, del SWP luchando políticamente por un Labor Party en los EEUU, de elaborar, de disponer, de proponer y combatir por un programa de acción. El Programa de Transición es, si puede utilizare esta fórmula, con la excepción de su parte sobre la IV Internacional, el "programa mínimo" de todo partido revolucionario, de una Internacional Obrera Revolucionaria que no pueden ser más que transiciones hacia la IV Internacional y sus secciones. Los dirigentes de "IV Internacional-CIR" y del PCI no pueden proponer el Programa de Transición a los Mamadou Dia, Moisés Moleiro y otros porque todos ellos continúan ligados al imperialismo, a las burocracias parasitaras, a las organizaciones nacionalistas burguesas y pequeño burguesas.
En el caso en que se diseñase un reagrupamiento internacional que podría dar nacimiento a la constitución de un nuevo "Buró de Londres", "IV Internacional-CIR" debería intervenir en este proceso para evitar la formación de una pretendida "Internacional Obrera", nuevo obstáculo para la reconstrucción de la IV Internacional.
¿Se constituirá una Internacional Obrera Revolucionaria, transición hacia la IV Internacional reconstruida? Es una posibilidad y no una certeza. Hay que abordarla igual que lo hizo el informe del "Comité por la construcción del Partido Obrero Revolucionario (la reconstrucción de la IV Internacional)" sobre la IV Internacional[*]
"¿Es posible que "una internacional revolucionaria de los trabajadores" se constituya sobre "una posición clara sobre la revolución proletaria y la dictadura del proletariado" sin que la organización que combate por la reconstrucción de la IV Internacional someta su programa y combata abierta y públicamente a favor de este programa? Plantear el interrogante es contestarlo. ¡No! Pues sólo en el programa de la revolución permanente, en, y por, el programa de la IV Internacional hay una "posición clara" sobre esta cuestión. La aplicación de lo que Lambert define como la base mínima para la constitución de una "internacional obrera de los trabajadores" exige, en realidad, que esta internacional adopte no el programa de la IV Internacional en su totalidad sino el Programa de Transición excepción hecha de la parte concerniente directamente a la IV Internacional.
Las corrientes, tendencias, organizaciones y partidos engendrados por la lucha de clases del proletariado, que escapan al control de los aparatos del movimiento obrero, o (y) de las organizaciones nacionalistas burguesas y pequeño burguesas en los países semicoloniales, serán diferentes entre ellas. Ciertas de ellas cristalizarán sobre posiciones más o menos centristas, otras avanzarán. Otras retrocederán. Otras serán inmediatamente ganables para la IV Internacional y su programa. Otras serán presa de desgarros internos. Sólo a través de la batalla política se darán pasos adelante, se apartarán y serán destruidos los obstáculos, etc. El organizador de esta batalla no puede ser otro más que la "IV Internacional (CIR)"
La independencia política y organizativa de "IV Internacional-CIR" y de sus organizaciones, su acción política propia, su capacidad de iniciativas, son más indispensables que nunca. Ningún representante de organizaciones que no se hayan pronunciado por la reconstrucción de la IV Internacional y a favor de su programa debe formar parte permanentemente del organismo dirigente de "IV Internacional-CIR" ni de los que dirigen sus secciones."
La pretendida "Conferencia Mundial Abierta por la Internacional Obrera" ha sido una leonera política. Los pequeño burgueses filisteos (para utilizar de nuevo la expresión de Trotsky) de las organizaciones y reagrupamientos alimentados por las mentiras y trampas clásicas de los aparatos traidores al proletariado y reproduciéndolas, los vaticinios de grupúsculos anarquistas y anarcosindicalistas, la han dominado. Después de haber organizado la "Conferencia Mundial" camelo de la "IV Internacional-CIR", la dirección de ésta y del PCI ha disuelto las organizaciones que son miembros de aquélla en la "Conferencia Mundial Abierta por la Internacional Obrera". So pretexto de "reproclamación de la IV Internacional", la dirección de "IV Internacional-CIR" y del PCI se prepara para desnaturalizarla, destruirla y liquidarla como organización que asume la continuidad de la IV Internacional, destruirla como organización internacional trotskysta.
El número especial suplemento al nº 36 de Combattre pour le Socialisme, fechado el 19 de marzo de 1991, titulado La política de la dirección del PCI y la agresión imperialista en el Medio Oriente, concluía así:
"Pero la agresión imperialista contra Irak y los pueblos del Medio Oriente, la guerra que se acaba de producir, son acontecimientos internacionales de primera magnitud. Ahora bien, la naturaleza de una organización se mide por el test: acontecimientos políticos de primera magnitud que se producen; orientación política que aplica en relación con estos acontecimientos; cómo reaccionan sus militantes a la política que su dirección impulsa. La capitulación de los partidos socialdemócratas, a principios y durante la Primera Guerra Mundial, capitulando cada partido ante la burguesía de su país, significó la quiebra de la II Internacional y de cada uno de sus partidos (exceptuando al partido bolchevique y al partido socialdemócrata serbio que no cayeron en el social-patriotismo). Trotsky estimó que la III Internacional y sus partidos pasaron definitivamente del lado de la defensa a escala internacional del orden burgués, cuando en su seno ninguna fracción importante, ni aunque hubiera sido después del golpe, condenó la política del social-fascismo aplicada bajo el dictado del Kremlin por el Partido Comunista Alemán y, finalmente, la capitulación sin combate del PCA ante Hitler.
La política que la dirección del PCI y el PCI han seguido en relación con la crisis y la guerra del golfo plantea el problema. ¿En los próximos meses reaccionará alguna fracción del PCI? ¿Dónde se encuentra y hacia dónde van la IV Internacional-CIR y el PCI? ¿Podrán continuar siendo caracterizados como organizaciones trotskystas representantes de la IV Internacional? Sería prematuro responder a estas preguntas. Pero pesada y plenamente está comprometida la responsabilidad de los militantes del PCI."
La Conferencia Mundial de la IV Internacional (Centro Internacional de Reconstrucción), la Conferencia Mundial Abierta por la Internacional Obrera, son nuevos pasos hacia la liquidación de "IV Internacional-CIR" en tanto que organización trotskysta. La "reproclamación" de la IV Internacional, bajo las actuales condiciones políticas, marcará el punto final de su destrucción en tanto que organización trotskysta.
7 de mayo de 1991
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[*] Edición en castellano: Informe sobre la Cuarta Internacional, Editado por el Grupo Germinal, 2006.