Fecha: Noviembre o diciembre de
2006.
Publicado por vez primera: En idioma inglés en
Economic and Political Weekly, 16 de diciembre de 2006, págs. 15-17.
Traducción al castellano: Colectivo
Odio de Clase, 2011.
Fuente del texto: Blog Revolución
en la India, del Colectivo Odio
de Clase.
El 5 de noviembre [de 2006], el Partido Comunista de Nepal (Maoísta) [PCN (M)] llegó a un acuerdo con el gobierno de Nepal, que estipulaba que el Ejército de Popular de Liberación (EPL) depositaría sus armas en siete acantonamientos designados mientras que las Fuerzas Armadas del gobierno depositarían también la misma cantidad de armamento. Todo ese armamento quedaría bajo la supervisión de un equipo de control de las Naciones Unidas (ONU), mientras que las llaves de los almacenes de las armas del EPL estarían en manos del partido maoísta. Ambas partes también acordaron disolver el actual parlamento y crear un nuevo parlamento provisional en el que se reserva un parte de los escaños a los maoístas, formar un gobierno provisional en el que se adjudican algunas carteras a los maoístas y elegir una asamblea constituyente antes del próximo verano, asamblea que deberá decidir el destino de la monarquía y el futuro de Nepal. El acuerdo quedó finalmente sellado de modo oficial cuando el primer ministro, G P Koirala, y el Presidente del PCN (M), camarada Prachanda, firmaron el acuerdo y lo presentaron públicamente. El Comité Central (CC) del Partido Comunista de la India (Maoísta) [PCI (Maoísta)] está preocupado por este acuerdo concluido entre el fraterno partido maoísta de Nepal y el gobierno de la Alianza de los Siete Partidos (ASP), encabezada por el protegido de la India, Koirala. El acuerdo para depositar las armas del ejército popular en acantonamientos designados está plagado de implicaciones peligrosas. Este acto podría conducir al desarme de las masas oprimidas de Nepal y a una reversión de los logros alcanzados por el pueblo de Nepal en un decenio de guerra popular a costa de enormes sacrificios. La cláusula del acuerdo para depositar la misma cantidad de armamento por ambos bandos operará evidentemente a favor del gobierno dirigido por Koirala, al tener éste la opción de utilizar las enormes reservas de armamento, aún a disposición del ejército, en cualquier momento. Asimismo, servirá para fortalecer todavía más al ejército reaccionario del gobierno. La decisión tomada por el PCN (Maoísta) sobre la administración del armamento, incluso si considera que es una decisión táctica para lograr su objetivo inmediato de formar una asamblea constituyente, es perjudicial para los intereses de la revolución. Experiencias revolucionarias previas, a lo largo y ancho del mundo, han demostrado una y otra vez que sin ejército popular es imposible que el pueblo ejerza su poder. Nada temen más el imperialismo y los reaccionarios que a las masas armadas y, por tanto, muy de grado, se sumarán a cualquier acuerdo que las desarme. De hecho, desarmar a las masas ha sido la cantinela constante de todas las clases dominantes reaccionarias desde el surgimiento de la sociedad de clases. Las masas desarmadas, a las que no han dudado incluso en masacrar como demuestra la historia, son presa fácil para las clases reaccionarias y los imperialistas. El CC del PCI (Maoísta), como destacamento del proletariado mundial, advierte al PCN (Maoísta) y al pueblo de Nepal del grave peligro inherente al acuerdo de depósito de armamento y les exhorta a reconsiderar sus tácticas a la luz de las amargas experiencias históricas. El acuerdo de los maoístas para formar parte del gobierno provisional de Nepal no puede transformar el carácter reaccionario de la maquinaria del Estado, al servicio de las clases dominantes explotadoras y de los imperialistas. El estado puede ser un instrumento en manos bien de las clases explotadoras, bien del proletariado; pero no puede servir a los intereses de ambas clases, enfrentadas abiertamente. Es un principio fundamental del marxismo que no se puede lograr un cambio básico en el sistema social sin aplastar la máquina de estado. Las reformas desde arriba no pueden aportar ningún cambio cualitativo en el sistema social de explotación, por muy democrática que parezca la nueva Constitución, y por mucho que los maoístas se conviertan en un componente importante del gobierno. Es pura ilusión pensar que puede construirse un nuevo Nepal sin aplastar el estado existente. Otra ilusión que crea el acuerdo se refiere al denominado papel imparcial o neutral de las Naciones Unidas. La ONU es en realidad un instrumento en manos de los imperialistas, en especial de los imperialistas norteamericanos, para dominar, intimidar e interferir en los asuntos de los países del tercer mundo en beneficio de los imperialistas. La ONU se utiliza como pretexto para proporcionar legitimidad a los desvergonzados actos con que los imperialistas oprimen y pretenden eliminar a los pueblos del tercer mundo. Afganistán e Irak son los casos más recientes del papel directo de las Naciones Unidas en la legitimación de la agresión y ocupación imperialista de estos países. Es deber de los revolucionarios exponer, oponerse y combatir este papel imperialista de la ONU. Darle un papel en la administración del armamento, en la supervisión electoral y en el proceso de paz en Nepal sólo significaría invitar a la injerencia imperialista, en particular, la del imperialismo estadounidense. Otro factor preocupante es la ilusión que albergan los maoístas en Nepal respecto al papel de los expansionistas indios. Las clases dirigentes indias son la mayor amenaza para los pueblos de todo el subcontinente y es deber de los pueblos de los diferentes países de Asia meridional luchar unidos contra el expansionismo indio. El estado indio, con el respaldo del imperialismo estadounidense, ha estado interfiriendo continuamente en los asuntos internos de Nepal; respaldaba a la monarquía mientras alentaba a sus testaferros de entre las fuerzas parlamentarias en nombre de la teoría de los dos pilares; entrenó al Ejército Real de Nepal y le multiplicó su ayuda en su ofensiva militar contra los maoístas; mantiene acuerdos secretos con el Congreso Nepalí dirigido por Koirala y con otros partidos reaccionarios; y está empeñado en desarmar al EPL y a las masas de Nepal, y en aislar a los maoístas. Su objetivo es apoderarse de las riquezas naturales de Nepal, en especial de su enorme potencial de generación de energía hidroeléctrica, y hacer de él un refugio seguro para los imperialistas y los capitalistas de la burguesía compradora india. Los repetidos elogios del camarada Prachanda al papel de la India en la consecución del acuerdo entre los maoístas y la ASP en Nepal crean ilusiones entre las masas sobre la India en lugar de prepararlas para luchar contra los expansionistas indios, ansiosos por hacer de Nepal, en el futuro, un nuevo Sikkim. Aún más sorprendente es la afirmación del PCN (Maoísta) de que su actual “táctica” en Nepal sería un ejemplo para otros partidos maoístas del sur de Asia. El Camarada Prachanda también ha hecho un llamamiento a otros partidos maoístas para que reconsideren sus estrategias revolucionarias y practiquen la democracia multipartidista en nombre de la democracia del siglo XXI. Nuestro CC quiere dejar meridianamente claro al PCN (Maoísta) y al pueblo en general que no puede haber democracia auténtica en ningún país sin la toma del poder del estado por el proletariado y que la llamada democracia multipartidista no puede aportar ningún cambio básico a la vida del pueblo. Asimismo, nuestro CC exhorta a los partidos maoístas y a los pueblos de Asia meridional a persistir en el camino de la guerra popular prolongada, siguiendo las enseñanzas del camarada Mao. También hacemos un llamamiento al PCN (Maoísta), una vez más, para que reconsidere sus tácticas actuales -que, en realidad, lo que están cambiando es la dirección estratégica misma de la revolución en Nepal- y para que denuncie su acuerdo con el gobierno de Nepal sobre el depósito del armamento del EPL, pues dicho acuerdo dejaría al pueblo indefenso frente a los ataques de los reaccionarios.