Salvador Allende

Conferencia de prensa en Salta, Argentina 


Pronunciado: El 24 de julio de 1971.
Versión digital: Eduardo Rivas, 2015.
Esta edición: Marxists Internet Archive, 2 de febrero de 2016.


Presidente Allende.- En primer lugar quiero decirles que hemos recibido una lección de parte del Presidente de la Argentina, cuando sobreponiéndose a dolencias físicas, y aun a las indicaciones dadas por los facultativos, deseó que se realizara este encuentro entre el Presidente de la Argentina y el Presidente de Chile.

Señalo esta circunstancia que refleja un sentido superior de solidaridad. Es por eso también, me he preocupado para insistir en que pusiéramos término a las ceremonias esta mañana, para que el Presidente tome el reposo necesario.

Solo quiero en su ausencia destacar cuan significativas fueron sus palabras y cómo las agradezco en nombre del pueblo y del gobierno chileno.

Saludo a los periodistas -de Argentina especialmente- y de otros países que están aquí.

Por cierto también saludo a los periodistas chilenos con los cuales tengo contacto frecuente en Santiago.

Estoy llano a que conversemos. Agradeceré, si, que se individualicen, señalando que diario, que radio o que canal de TV representan. Y no tengo ninguna limitación en cuanto a las preguntas que puedan formularse.

Quiero destacar que están aquí acompañándome el Ministro de Relaciones Exteriores de Chile, los tres Jefes de los Estados Mayores de la Fuerza Aérea, de la Marina y del Ejército de mi Patria.

Además está mi compañero Jefe de Prensa de la Presidencia de La Nación, Carlos Jorquera y el Director de Difusión Cultural de la Cancillería, compañero Cristián Casanova.

He dicho que estoy dispuesto a contestar todas las preguntas, pero les pido a los periodistas chilenos que le den primacía a los periodistas argentinos y a los periodistas de otros países.

Periodista Luis Hernández Parker.- Eso justamente quería decirle, señor Presidente. Que ya nos habíamos puesto de acuerdo con mis colegas de Chile y darles prioridad a nuestros colegas argentinos y de las agencias internacionales.

Periodista (“El Tribuno” de Salta).- Desearía que el señor Presidente de Chile nos diga si en la Agenda de la entrevista con nuestro Presidente se incluyó el tema vinculado con la construcción del anhelado camino desde Salta a Calama. ¿Con que entusiasmo se trató ese tema que interés se trató ese tema que tanto interesa al norte de Argentina y Chile?

Presidente Allende.- Ya ayer señalé, glosando parte de la intervención del señor Presidente de la Argentina, que pocas regiones más propicias a una integración, a un contacto, a un vínculo de orden cultural, artístico y comercial, que Salta. Como Uds. pueden verse una amplia gama la que se ha considerado y el esfuerzo conjunto argentino chileno hará posible.

Quiero además decir que han llegado hace pocos minutos tres regidores de la Unidad Popular de la Ilustre Municipalidad de Antofagasta, lo que viene a reafirmar el anhelo del norte chileno de un contacto más y más estrecho con el norte argentino y con Salta que continuaremos por ese camino. Y, por lo tanto, hemos ido a los comicios que Uds. conocen. Después de las elecciones presidenciales, hubo en nuestro país elecciones generales para elegir regidores, es decir, representantes del pueblo en los municipios. Y si en la elección presidencial obtuvimos el 33% de los votos, en la elección municipal alcanzamos el 50,1% de los votos válidamente emitidos.

Posteriormente ha habido una elección complementaria en una importante provincia, Valparaíso. En esta elección, a diferencia de las elecciones municipales, se unieron fuerzas opositoras, la Democracia Cristiana, el Partido Radical Democrático y el Partido Nacional. Antes de ese evento sostuve que este no era un plebiscito, como tampoco estimo que lo era la elección municipal.

Cuando obtuvimos esa alta suma de votos, después del evento electoral de abril, no tuvimos soberbia ni apresuramos el paso. Después de los resultados de Valparaíso, que no fueron favorables al gobierno por un estrecho margen, hecho que anticipé por qué nunca obtuvimos una victoria en Valparaíso. Ni en la campaña presidencial, parlamentaria o municipal, porque por vez primera desde muchos años se unieron los grupos opositores, porque se daba una batalla en condiciones muy diferentes a las habituales, sobre todo después del sismo, y por qué además hay un regionalismo en esa provincia, que conozco porque soy porteño. Sin embargo puedo decir que mantuvimos la votación de las elecciones municipales. Y aún más, aumentamos un pequeño porcentaje los votos. Inmediatamente sostuvo después, esa misma noche, porque he hablado al pueblo, que por cierto respetábamos la voluntad popular y que ello no implicaba que el gobierno no insistiera en la aplicación integral del programa que levantó como bandera de lucha frente al pueblo.

Yo contesto concretamente a la pregunta formulada por el compañero periodista. Debo decirle que en un país que recupera sus riquezas básicas, que profundiza la Reforma Agraria, que estatiza la banca, que controla el comercio de importación y de exportación, que hace que los trabajadores intervengan directamente en todos los escalones administrativos y en todas las actividades del gobierno, donde lo he dicho y sostengo, somos los trabajadores del gobierno, y en donde ahora, con medidas administrativas y mañana con un proyecto de ley se consagrará la presencia de los trabajadores en la dirección de las empresas estatales y mixtas. Ya están designados en las empresas del cobre, obreros, empleados, técnicos y también lo señalo -con satisfacción- representantes de las Fuerzas Armadas, porque a nuestro juicio deben participar en el gran proceso de las fronteras económicas de la Patria. Por lo tanto, puedo decirle a usted, que aun no teniendo mayoría en el Congreso nos encaminamos a tomar las medidas que permitan fortalecer el área social de la economía del Estado.

Ya hemos nacionalizado el acero, el carbón, el salitre, el cobre, el hierro. Por lo tanto, hemos dado pasos decisivos y lo hemos hecho también con la banca privada que es indiscutiblemente el pivote más sólido del régimen capitalista.

Periodista (Radio Córdoba, de Córdoba).- El gobierno ha señalado varias veces que es ferviente sostenedor de la necesidad del desarrollo homogéneo de América Latina. Hay un país que está viendo frenado su desarrollo por la mediterraneidad: Bolivia. Los bolivianos consideran que la solución pacífica de esa situación político-económica que viven, está en manos de Chile. ¿Su gobierno tiene previsto algún tipo de solución para el caso de Bolivia, que no tiene salida al mar, por causas históricas por todos conocidas?

Presidente Allende.- Debo contestarle que el gobierno de Chile es respetuoso de los compromisos y de los tratados. Pero debo anticiparle, que es nuestro propósito restablecer las relaciones diplomáticas, comerciales y culturales, al más breve plazo con Bolivia.

Periodista (Canal 5 y L.W.8 de Jujuy).- ¿Considera factible la reunión cumbre entre mandatarios latinoamericanos? Se habló en Norteamérica. Charles Mayer, Secretario de Asuntos Latinoamericanos, al ser consultado, la consideraba factible. ¿Cómo la considera usted?

Presidente Allende.- En realidad creo que es algo que no está en la agenda inmediata.

Indiscutiblemente puede ser provechoso el contacto entre los gobernantes de Latinoamérica y el gobierno de los Estados Unidos. Pero creo que no podría ser una reunión más, como tampoco pienso que pueda ser un torneo para plantear puntos disímiles o controversias que puedan ser muy fuertes.

Periodista. (Radio Universidad de Córdoba).- Quisiera hacerle otra pregunta.

Presidente Allende.- Usted ya preguntó y yo soy antimonopolista… (Risas).

Periodista. (Diario Norte, de Salta).- ¿Usted no cree que en los últimos cuatro años el mapa político de América Latina ha experimentado sensibles modificaciones que posibilitan hoy la estabilidad de un Gobierno de tipo socialista dentro del continente? ¿Usted no cree que como consecuencia de ello y también como consecuencia de la entrevista que usted acaba de mantener con el Presidente Lanusse, se plantean las bases para una redefinición de la política internacional y concretamente, compañero Allende, usted que asistió y fue uno de los propulsores de la OLAS en Cuba no cree que ha llegado el momento de que América Latina cuente con un organismo más eficiente que la Organización de Estados Americanos?

Presidente Allende.- La verdad que su pregunta implicaría un verdadero tratado de derecho internacional. Pero, en fin, iremos parte por parte.

En primer lugar OLAS: Si, señor, yo la plantee. Era Presidente de la delegación chilena. Pero nunca fue, como algunos quisieron presentarla. Nunca fue el Estado Mayor Estratégico para América Latina. Lo definí siempre como un organismo de información, de solidaridad de las luchas populares.

Segundo: No sólo creo que en América Latina, en los últimos años, la conciencia de los pueblos ha alcanzado un mayor nivel sino que creo que las masas, a lo largo de los distintos continentes expresan este mayor nivel y esta mayor conciencia política… Creo que vivimos en un mundo en ebullición, en donde se perfilan nuevos valores y en donde, indiscutiblemente, los pueblos, las mayorías, tendrán derecho a estar presentes.

Creo, además, que ya gobiernos no socialistas de América Latina a través de sus Ministros de Relaciones reunidos en el organismo llamado CECLA, redactaron puntos de vista convergentes que fueron entregados por el Canciller de esa época, Gabriel Valdés, canciller del Presidente Frei. Y de paso la satisfacción que fue en el año 1967, durante el gobierno del Presidente Frei, que se activaron las conversaciones con Argentina que han culminado ahora, con esta resolución que enaltece a ambos pueblos y a ambos gobernantes, chileno y argentino.

Digo, entonces, que en ese documento de CECLA ya se planteaban puntos que nunca antes se tocaron. Y ya no hay gobernantes que se atreva a negar la necesidad de los cambios que permitan satisfacer las justas exigencias de los pueblos para tener derecho al trabajo, a la cultura, a la educación, a la salud, al descanso y a la recreación.

Este proyecto, en el campo de las relaciones económicas, por ejemplo, tiene que llevarnos a concluir que estos países tienen que romper la dependencia y crearse caminos diferentes, de acuerdo con su propia realidad, su historia, su idiosincrasia. Pero América Latina no puede continuar siendo el continente de las posibilidades para un futuro muy lejano y siendo el continente del drama de todos los días. Ciento cuarenta millones de latinoamericanos son semianalfabetos o analfabetos absolutos, 17 millones de cesantes, el 67 por ciento de los latinoamericanos se alimenta mal, la mortalidad infantil es elevada, el promedio de vida es muy bajo.

Sin embargo, somos países con riquezas ingentes y extraordinarias. De allí entonces, que frente a cada pueblo y a su propia realidad, serán sus propios gobernantes los que los que impulsen las medidas necesarias para encontrar cauces que les permitan aprovechar esas riquezas y ponerlas al servicio de sus pueblos. Pero nadie puede negar que hasta ahora -y exceptúo Cuba, que tiene un régimen distinto y situación muy diferente- ninguno de los países ha sido capaz de solucionar, por ejemplo, el problema de la desocupación, el problema de la inflación, el problema del desempleo, el problema de la falta de vivienda, el problema de la falta de recursos médicos y asistenciales.

Quiere decir que, a juicio nuestro, es el régimen y el sistema. Y por eso nuestro país, respetando el derecho de los demás pueblos, luchamos por abrir el camino al socialismo, porque creemos que ahí está la solución de los problemas que golpean con rudeza a nuestros pueblos.

Periodista.- (Radio Antártica de Buenos Aires).- Todo el proceso político chileno es seguido con expectativa por los observadores políticos, porque se preguntan: ¿lo sucedido en Chile es un fenómeno aislado, o el gobierno del Presidente Allende va a alentar los movimientos socialistas en los demás países vecinos de América?

Presidente Allende.- Señor, compañero periodista: he dicho con claridad meridiana que nosotros respetamos principios que tienen validez permanente en nuestras relaciones internacionales: No intervención, autodeterminación. Ahora, si mañana, frente a la realidad de un país latinoamericano, estiman sus dirigentes políticos que hay condiciones para unificar fuerzas, ese problema es de ellos. Nosotros no exportamos Unidad Popular por dos razones: primero, porque eso, en cuanto a táctica, le corresponde a cada país, de acuerdo con su propia realidad, y segundo, porque para que haya unidad popular, tienen que darse algunas cosas.

Periodista.- Deseo una aclaración a su respuesta. Usted ha dicho que la Unidad Popular ha conquistado el gobierno de Chile.

Presidente Allende.- Sí señor.

Periodista.- Pero los ideólogos marxistas sostienen que para conquistar el poder, no sólo es necesario controlar el gobierno, o sea la administración en todas sus tramas, sino también el aparato represivo, o sea el Ejército y la policía. ¿Usted considera que la Unidad Popular, o sea los trabajadores, han conquistado el poder, y no sólo el gobierno?

Presidente Allende.- Nosotros pensamos que el país tiene sus propias características, que conforman su propia realidad. Usted me ha hecho una pregunta que yo podría no contestar. La presencia en esta mesa de los jefes de los estados mayores de las Fuerzas Armadas de Chile, viene a ratificar que las Fuerzas Armadas de mi Patria son fuerzas que han respetado y respetan la voluntad expresada en las urnas, ratificada por el Congreso Nacional.

De allí que ellas estén al margen del proceso contingente de la política que nos corresponde a los políticos. Por lo tanto lo fundamental en el caso de Chile es el control de los centros del poder económico. Y eso, usted lo entiende perfectamente bien lo que le estoy señalando, escapa a las Fuerzas Armadas. Como ya lo he señalado, controlamos los bancos y estamos haciendo una profunda y honda Reforma Agraria; este año hemos expropiado mil cien latifundios, y en el próximo terminaremos con todos los latifundios y minifundios de Chile, que son las dos lacras, dejando la propiedad mediana y la pequeña. Es decir que los centros del poder económico están y estarán en manos del gobierno y del pueblo.

Periodista. ¿Interesa a su país el establecimiento de puertos francos en la República Argentina y en qué forma se va a incrementar el comercio entre Chile y nuestro país?

Presidente Allende.- Es muy difícil que yo le conteste en dos minutos una pregunta de ese alcance. Comprenda perfectamente bien que hay que estudiar la incidencia que eso tiene en el desarrollo económico de los países, la proyección, las ventajas positivas y los aspectos negativos para las economías internas. Para todo eso hay dos comisiones permanentes que están estudiando esos problemas. Pero ya lo ha dicho el Presidente de la República Argentina y lo reafirmo yo como Presidente de Chile: nuestro propósito es una vinculación, una integración cada vez mayor. Nunca jamás en la historia de Chile y Argentina se han alcanzado más altos niveles de intercambio. Hemos llegado a los 200 millones de dólares y los vamos a aumentar por interés recíproco, por conveniencia mutua y no nos detendremos en nada, buscando las ventajas que deben ser bilaterales.

Cuando hay ese propósito, cuando ustedes han asistido al hecho histórico de la magnitud que tiene y que hemos solemnizado gracias a la invitación del Presidente argentino, usted comprenderá, compañero que se abren promisorios caminos, que no habrá obstáculos ni medianos ni pequeños ni grandes que no podamos sobrepasar.

Periodista (Canal 9) Señor Presidente…

Presidente Allende. - Vamos por parte aquí estoy dirigiendo yo… (Risas).

Periodista (Canal 13 de Buenos Aires).- Respecto a la libertad de prensa que usted ha demostrado en la primera parte de su gestión, se mantendrá inalterable en el resto de su gobierno, ¿Podrán continuar operando las empresas privadas de radiodifusión?

Presidente Allende.- Hemos dicho categóricamente que respetaremos la Constitución y que si la modificamos será para hacerla más democrática y más amplia.

Aquí hay destacados periodistas chilenos; estoy viendo entre ellos a un redactor de El Mercurio, diario que no tiene mucha afinidad con mi Gobierno ni conmigo personalmente (Risas), es un problema de más de 30 años. Sin embargo, yo todos los días leo El Mercurio. Y le sostengo claramente que nosotros respetaremos y no por una condescendencia, sino porque es un derecho alcanzado por el pueblo la libertad de prensa, la libertad de opinión, la libertad de pensamiento, es decir las libertades esenciales que garantizan nuestra constitución. Ya lo he dicho, ganamos elecciones y no perdimos la cabeza, perdimos elecciones y no hemos perdido la cabeza. Las próximas las vamos a ganar si acaso hacemos lo que hemos dicho que vamos a hacer, y si elevamos la conciencia del pueblo y de las masas populares.

Debo decirle, además r que las últimas elecciones las hemos perdido como siempre, por el voto femenino. Y yo soy cada vez más partidario de la mujer… (Risas).

Periodista. ¿Cómo cree el señor Presidente de Chile que ha de influir la decisión del Presidente Nixon, de visitar China Popular? ¿Cómo cree que influirá en las naciones latinoamericanas en cuanto a sus relaciones con los países del mundo comunista y especialmente socialista?

Presidente Allende.- Yo no puedo decirle que es 1o que van a hacer o c6mo va a repercutir. Yo quiero decir que acá en el caso de Chile eso llegó tarde porque nosotros hace cinco meses que tenernos relaciones. Yo creo que va a haber influencia en el mundo, indiscutiblemente, porque pienso que la República Popular China va a ingresar a las Naciones Unidas. Pienso que indiscutiblemente habrá un concepto mucho más claro y más amplio del pluralismo ideológico y político de los Gobiernos.

Periodista (José María de Navasal, El Mercurio).- ¿Se ha concretado una visita del Presidente Lanusse a Chile y se ha previsto que ella sea en una fecha próxima?

Presidente Allende.- No se ha concretado la fecha. Usted, que es un hombre que escribe sobre problemas internacionales y que yo lo leo con frecuencia, muchas veces con agrado y otras, con no tanto, debo decirle que entenderá que la más elemental de las obligaciones era la que yo tenía y con agrado he cumplido, la de invitarlo. El señor Presidente tiene sus compromisos.

A través de la Cancillería, sabremos la respuesta y el pueblo de Chile tendrá el agrado, pienso yo, a plazo conveniente y de acuerdo con los compromisos del señor Presidente, de recibir al representante del pueblo argentino.

Y con el Protocolo y ante las exigencia de ustedes, ¿qué trago? (Risas).

Periodista (Radio El Mundo de Buenos Aires).- La última pregunta señor Presidente.

Periodista (Canal 11).- Una pregunta señor Presidente.-

Presidente Allende: De acuerdo.

Periodista (Radio el Mundo de Buenos Aires).- En sus recientes declaraciones a uno de los colegas presentes en el sentido de robustecer los contactos con los demás países latinoamericanos, ¿considera de alguna manera la formación de un frente que también de algún modo modere la agresividad creciente de la política brasileña?

Presidente Allende.- Yo le he contestado una cosa muy clara: Nosotros no somos partidarios de bloques. Somos partidarios de entendimientos parciales.

Nosotros planteamos públicamente, como lo hemos hecho aquí, la concepción, en este caso, de Chile y Argentina, Nuestros puntos de vista los planteamos en las organizaciones internacionales muy claramente como es el caso de las Naciones Unidas o es el caso de la Organización de Estados Americanos.

Periodista (Canal 11 de Buenos Aires).- Esta entrevista que ha mantenido usted con el Presidente Lanusse ¿No es una forma de terminar con el fantasma de las barreras ideológicas de América Latina? Y dado este paso, ¿no se logra una apertura hacia las relaciones comerciales con todos los países de América, incluyendo Cuba? Queremos saber si este tema lo tocó con el Presidente Lanusse.

Presidente Allende.- Señor: Ya le he dicho claramente cuál es nuestra posición. Respetamos indiscutiblemente el criterio y la opinión de los gobernantes de otros países. Yo respondo por la política nuestra.

El primer acto de mi Gobierno, y complacido de realizarlo, fue restablecer relaciones diplomáticas, comerciales y culturales con Cuba. Yo pienso que, indiscutiblemente, hay en el ámbito latinoamericano, y posiblemente en el ámbito mundial, un criterio muy distinto que el que habían antes para apreciar a Cuba en su realidad y en su derecho para hacer el Gobierno que estime más conveniente.

Periodista (Radio de El Plata, Buenos Aires).- En los últimos días, dos agencias internacionales han señalado que, con motivo de la nacionalización del cobre, pueden surgir problemas nuevos entre las relaciones de Estados Unidos y Chile. ¿Usted tiene algún elemento de juicio que permita aseverar que esa información es exacta?

Presidente Allende.- No, Pero no quiero contestarle con un monosílabo. Quiero decirle que nosotros no tenemos una política discriminatoria. Quiero señalarle que la actitud del Gobierno buscando la consolidación del área de la economía social, para lo cual hay que terminar con el latifundio, nacionalizar la banca, nacionalizar los monopolios, se ha hecho de tal manera que, donde el diálogo ha sido posible y se ha realizado, hemos llegado a un acuerdo con los intereses foráneos. Es el caso de la Bethlem Steel, es el caso de las acciones que estaban en poder de la CAP, en el caso de la INSA, de la RCA Víctor, de Purina, son ejemplos tan sólo para demostrarle que nosotros queremos el camino del diálogo pero que al mismo tiempo, para reafirmar que somos implacablemente defensores de nuestra legislación y nuestra soberanía, y nuestra dignidad como país.

En el caso del cobre, lo he dicho: por unanimidad, el Congreso se ha hecho eco de un anhelo del pueblo de Chile y el primer proyecto cumpliendo el programa que he enviado al Congreso es ese.

Ahora bien, no todas las compañías son iguales. Se analizará cada caso, se establecerán las indemnizaciones y será el Contralor General de la República quien las determine. La propia Constitución le otorga al Presidente algunas atribuciones especiales en relación con el exceso de rentabilidad, y sobre precios, etc., etc. Y además tienen las compañías en el supuesto caso que estén en desacuerdo con el dictamen del Contralor, un Tribunal integrado por jueces, en su mayoría magistrados, en donde discutir sus derechos. Y es probable que haya o no haya indemnización, en algunos casos habrá que estudiarlo y lo hará el Contralor y no yo, y habrá un

Tribunal que recibirá las apelaciones y que fallará en definitiva.

Yo pienso que no puede haber conflictos artificiales. No hay un prejuicio por parte nuestra; ¿por qué vamos a admitir que lo haya de Estados Unidos? ¿Por qué vamos a pensar nosotros que todo el peso del Departamento de Estado se va a poner al servicio de intereses respetables, que son intereses particulares y no comprender que son tan respetables o más respetables los intereses de los pueblos?

El cobre es el sueldo de Chile, compañeros periodistas de América Latina, así como la tierra es el pan. Un centavo más o menos en el precio de la libra de cobre, influye directamente en millones de pesos para el presupuesto fiscal o para tener o no tener más divisas.

Nosotros tenemos que entender que somos un país minero; necesitamos una política nacional en la que desde el pirquinero, que hoy es el más explotado de los trabajadores de mi Patria, hasta nosotros, que somos dueños de las grandes minas de cobre, hagamos una gran política.

Usted comprende que es muy distinto tener una refinería para servir tan sólo a un sector de la producción minera, que tenerla para servir a las pequeñas y medianas industrias geográficamente ubicadas. Usted comprende la importancia que tiene para un país que no sólo siga exportando el cobre en un porcentaje tan alto, porque nosotros necesitamos diversificar la producción, ya que además del cobre hay minerales que no han sido separados como la plata, el oro, el tungsteno y el renio.

Se le plantea a Chile todo un proceso, hay que aplicar una tecnología venga de donde venga, para adecuarla a la realidad chilena. Tiene una importancia trascendental porque este es un desafío no sólo en el campo de la internacional que por lo demás no puede tomarse como tal, porque estamos defendiendo un derecho que emana de nuestra soberanía, y por último también, está reconocido por las Naciones Unidad; el derecho de los pueblos a nacionalizar sus riquezas.

El desafío de los pueblos está más allá de las posibles represalias que no me imagino que pudieran venir, y si vinieron apelaré a la conciencia de Latinoamérica y del mundo para que se reconozca el derecho a la vida de los pueblos pequeños.